fuimos a lo de edith con simi y tita y nos pusimos a charlar con edith y en eso me pregunta que cómo me veo en 5 años. mmmm, digo, porque la verdad es que no soy de esas personas que piensan demasiado en el futuro, no al menos de esa forma, más bien en lo absoluto. ni siquiera pienso qué voy a hacer en las vacaciones (debe ser por eso que en general no tengo), no planeo viajes ni nada. pero sí contesté que en 5 años me vería en bs as y entonces me pregunta que qué no me gusta de méxico, qué no me cierra a nivel social. y ni lerda ni peresosa empiezo con mi discurso sobre la vida irreal de mis hijos acá, la burbuja, la falta de calle, de transporte público, de encierro y de falta de diversidad.que luego justifico con la perorata sobre nuestra falta de familia y el parque y la contaminación, etcéteras.
inmediatamente tengo que confesarme a mí misma que en los últimos tiempos en bs as mi vida no era demasiado amplia. me movía en un circuito muy reducido de la ciudad, andaba bastante en taxi y me quedaba viendo a los cartoneros revolver la basura como algo normal. después me vuelvo a justificar pensando que mi dpto era de 100 mts cuadrados, que iba a todos lados caminando o en bondi, que trabajaba en el centro dando clases de españaol, que fui a colegios públicos toda mi vida, que anduve no los cien pero sí muchos barrios porteños, que fui durante muchos sábados a dar apoyo escolar en una villa (detesto pensarme a mí misma lavando las culpas burguesas aunque lo sea, pero también me consuela pensar que a esos chicos les daba una alegría que fuéramos a cambiar un poco la rutina). que tuve una vida un poco más ligada a la realidad al menos en los parámetros pequeño burgueses que puedo manejar.
y ahí querría volver a la bs as en la que viví y no seguramente la bs as en la cual se habla de "inseguridad" (sintagma que detesto), de si roban bella italia o cualquier otro reducto palermitano, de que no podés vivir en una casa, de barrios privados y de countries. de cosas que alimentan los discursos más reaccionarios. y me da una tristeza profunda, impotencia y desasociego. todo esto. y la gente que quedó completamente desplazada y desprotegida, la que no tiene trabajo o remueve la basura ante nuestros ojos que todo lo naturalizan y aceptan -por más náuseas que nos causen.
y vuelvo a mi mundo irreal, a mi auto sucio y viejo pero mi único medio de transporte al fin, a mi casa enorme aunque no sea mía, al colegio caro y a la posibilidad de que mis hijos coman lo que quieran cuando quieran. y entonces, me olvido de lo que pasa allá afuera y sigo como si nada, con mis miserias e insatisfacciones de siempre y concluyo que cuando la pobreza y la exclusión son de un país que no es el tuyo, hacerse el boludo es todavía más fácil.
así las cosas.
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