escurridiza

si me preguntás te diría que quiero una palapa, un libro y un poco de paz. la sombra y una reposera, no pensar en la comida, ni las actividades ni los pagos ni nada. descanso. es una palabra que en mi familia no se maneja. pienso en unos años, cuando los chicos hayan crecido y yo también. pienso que voy a añorar esto y que voy a haber querido disfrutarlo. la posibilidad de saber cuándo está pasando lo bueno debería venir en los genes. pero parece que es al revés. siempre.

si me preguntás, yo quisiera volver a vivir de los 18 a los 23 pero siendo la de ahora. tan imposible como tentador. inmensamente.

los días de verano pasan frescos y largos como si nada. lo de siempre nos inunda con su fuerza implacable. la intolerancia y la presión son protagonistas de todos los flancos. terminan las clases, vienen visitas, vacaciones. la rutina parece ser más fácil.

los fantasmas atacan cuando el ocio se presenta. por eso no hay ocio y yo pago las consecuencias. las noches son cortas pero solitarias. ni tele ni compu. algún libro como única compañía.

sé que a pesar de todo, un día voy a extrañar esto.

así las cosas.