miércoles, 23 de agosto de 2006

esa absurda repetición de costumbres

los únicos libros de mi infancia que tengo en mi poder son los de arte para niños. (mis abuelos hicieron todo lo posible por cultivarme pero de nada sirvió, salí bestia peluda). siempre mi super prefe fue el plato de polenta, escrito por un italiano con obras de brueghel como ilustraciones. alguien solía leérmelo (largo largo, no sé quién tendría paciencia).

como los consevé ahora los tiene simón. y el único que quiere leer es... el plato de polenta.

a veces me pregunto qué onda...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

jb, me encanta tu blog,tu manera franca de expresarte, lo leo a diario. la nena de la foto es increible.saludos y animo

Anónimo dijo...

Ohhhh.. Yo AMABA esos libros. Y todavia estan en casa.

Creo que mi preferido era el de Rousseau, con la mujer en la selva, muy oscuro. Aunque el de van Gogh y la noche estrellada me mataba tambien.

Es un gran tesoro que se los puedas leer a tus hijos!!

marina dijo...

El plato de polenta lograba cierta fascinación, no? También era mi prefe.

JB dijo...

sí, algo misterioso tiene ese libro...supongo que las imágenes medio impresionantes, los cuervos...no sé.

el de rousseau también me encantaba!!!!!! pero el de van gogh nunca lo tuve.

perro de aguas dijo...

el plato de polenta y el de miró, el de tapa azul!
pasé horas buscando la escalera de los sueños por todos lados, peor no la encontré.

y años más tarde "cómo mirar un cuadro".