asqueada

por el antisemitismo que de repente empiezo a ver por todos lados. hoy lisa me decía algo parecido y yo se lo relativizaba porque verdaderamente detesto las genealizaciones y los comentarios paranoicos, encima le dije que en argentina no pasaba tanto como acá y cosas semejantes.

no debí hacerlo.

carmen me invitó a un asado con dos mamás del colegio alemán al que asisten sus hijos. una argentina dueña de casa y una alemana a la cual ya conocía.

primer comentario: pasa una vecina, saluda y dice que rico olor (estábamos haciendo carne en una barbacue a gas que tienen al lado de una palapa en el jardín del edificio, todo bien grasa y new rich) y al segundo escucho que la argentina, laura, le dice a la otra: sí, sí, le repetí todo muy rico pero no le dije nada más, es una típica judía...

comentario dos: hablando de clases de pilates. sí, hagamos un grupo así no tenemos que ir con las paisanas.

no, no les grité en la cara que yo soy judía y que sus palabras me revolvían el estómago. no lo hice porque ninguno de los comentarios iba dirigido a mí, lamentablemente.

el mundo apesta. es la conclusión del día (encima me puse al día con diarios argentinos, mexicanos y españoles vía net).

así las cosas.

byeeeeeeee