si hubiera tomado otro camino, si hubiera abierto otra puerta, seguramente hoy estaría en otro lado y no en el área metropolitana de la ciudad de méxico, tirada en mi cama con mi laptop y mi internet inalámbrica, con el peregrino en su patria marcado con un lapiz, una mancha de baba en mi buzo, una tarde gris lluviosa afuera, un marido trabajando a pesar de ser 1 de mayo y dos hijos dando vueltas por la casa.
si hubiera tomado otro camino, abierto otra puerta, tal vez quien sabe viviría en otro país y sería soltera y estaría triste o en bs as, tomando una merienda con amigas, sin hijos pensando qué ir a ver al cine en un rato o tocando el piano, mientras las tristezas fluyen intentando mejorar lo inmejorable porque si no tenés oído hay poco para hacer, o tal vez sí estaría leyendo o estudiando mientras algún disco sonaría de fondo, algo suave y que no distraiga.
pero abrí esa puerta y pasó todo esto y aunque no podría decir que estoy triste porque no lo estoy, extraño cosas que ya no son y creo, como leí hoy por ahí, que tengo, tal vez sea eso, un calambre en el alma.
a veces pasa, no?
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