miércoles, 3 de diciembre de 2008

como en el día de la marmota

podría escribir lo mismo que ayer y que siempre. es así de triste y aburrido pero no me quejo. falta una semana y estaré camino al aeropuerto para embarcarme en un avión que me llevará a panamá y eso hará que esté en camino a bs as. una semana. no es nada. qué bueno cambiar de aire. qué bueno que vayamos los cuatro (muy posiblemente por última vez), qué bueno que vaya mi hermana, qué bueno que haga calor (ojalá que mucha gente quiera invitarnos a quintas y/o semejantes). qué bueno que se termina esta rutina infame que me tiene harta. y esperamos con todo nuestro ser que las náuseas y los vómitos desaparezca (no tengo demasiadas esperanzas al respecto, pienso en el avión y sufro).

por lo demás, ayer intentamos ir con pau al FCE pero el tráfico nos los impidió, la ciudad fue un verdadero caos todo el puto día. diego tardó una hora en atravesar un túnel que lleva cinco minutos como máximo. pegamos la vuelta y comimos en mi gusto es. después pasé por lugar donde diego comía con conocidos y busqué a los niños. me tiré a leer pero al rato me quedé dormida (siempre y todo el tiempo me quedo dormida, soy un verdadero desastre). me desperté y sonó el teléfono, hablé un rato, pelotudié en la web, prendí la tele y llegó diego. había dejado todo como para que la comida estuviera semi lista. comió y después lo mismo de siempre. la noche se hace larga e interrumpida, supongo que me va preparando para lo que se viene, dos veces a hacer pis, ciento cincuenta despertadas más por motivos varios y un levantarse igual de cansada de lo que me acosté. volvería a la cama con gusto. pero. debería ir a hacer mi media hora de bici fija, bañarme y después ir al centro comercial, cambiar el libro de una buena vez, dejar un sueter de diego a arreglar, pagar el agua y hacer unas mini compras (tenemos casi todo y en una semana nos vamos, no necesitamos mucho del super, por suerte).

así la vida. chata y aburrida. pero la perspectiva es buena.

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