martes, 23 de diciembre de 2008

postales porteñas

o me siento un poco rara o es evidente que soy yo. cuando vengo a buenos aires me invade la sensación de que a nadie le importo, de todas maneras, en méxico me pasa lo mismo por lo cual está claro que tengo un problema. bueno, tengo un montón de problemas y debería analizarme hasta el día del juicio final pero en donde vivo no da. no da nada en mex, no quiero hacer nada ni me motiva ni le pongo onda, le puse durante mucho tiempo y ya me cansé. pero igual acá siento eso, no importo mucho. tampoco soy una persona rica en experiencias cotidianas ni mucho menos, mi vida ahí va, entre una nada y la otra. igual sigo contenta, aunque la nación anunciaba UNA tormenta y en el dibujo había nubes. tengo que ir a carrefour, compré un whisky para mi abuelo (me paga los pasajes le debería hacer un regalo mejor pero para ese tema soy más que un cero) y se lo dí a simón para que lo subiera a lo de mis suegros con el jamón, lo entregó como un regalo para su abuelo y lo abrieron en el mismo momento, a mi suegra le dije la verdad pero a mi suegro no me dio para desmentirle, cuando agradeció con un beso me hice la discreta. el problema es que ahora tengo que ir a comprar otro y el día no ayuda. mis hijos no pueden mirar un segundo más de televisión, se van a volver locos. los departamentos no dan. y que no tengan sus cosas, tampoco. además de almorzar en la casa del abuelo david con el tío sergio- mi madre amagó con ir pero se arrepintió- meriendo en devoto con los amigos del colegio. ahora casi todos tienen hijos y son encuentros que mega disfruto, me río mucho con lean y emi. a la noche todavía no definimos plan pero algo parece que haremos con el contingente mexicano. el clima me desalienta.

la merienda de chicas me hizo reír. las mujeres son todo, soy fana de las amigas, eso lo sabemos. en cuanto a ciertos eventos no me pierdo nada por estar lejos. eso sí, diego se quería quedar, de repente no lo reconozco. viejas caras conocidas y un sólo saludo. pensar que cuando era joven me incomodaba. lo mejor de la edad es que todo te chupa un huevo. de todas maneras, puede que sea el embarazo, no lo descarto.

sigo queriendo volver. buenos aires me produce una angustia que como toda angustia resulta indescriptible. diego me hace sufrir mucho en esta ciudad, cierta impunidad desatada que no debería permitir pero...sigue siendo mi lugar de una manera contundente e inapelable. la oficina es más linda que la del df y todos los barrios que antes me parecian feos ahora tienen su encanto a mis ojos. quiero mi casa. ya te lo dije, no?

ah, y quiero a mis hermanos. el domingo después de la plata merendamos en lo de marce. el kinder no porque estudiaba. nos reimos mucho. no sé cuándo nos vamos a volver a ver. todos, digo. qué triste la familia desperdigada aunque...

así las cosas.

3 comentarios:

marina dijo...

a mí me importás ju, y mucho. no lo sabés? buhhhh.

JB dijo...

es una sensación mía que seguramente nada tenga que ver con la realidad, eh. no es un reproche subliminal...

yo te adoro.

La campeona de nado dijo...

Juli: sos lo más! graciosa, inteligente, sensible y.... qué piel por dios!

me encantó conocerte!

volvete, volvete (a vivir a BS AS)!!!

beso!