lunes, 21 de noviembre de 2011

pasándola mal

Son períodos. No tuve un buen domingo. Un buen findex en general, te diría. Aunque a la noche tuvimos un cumple y la pasé bien. Me divertí. Hubiera bailado pero marido tenía que estar hoy 7am en la oficina a pesar de que es feriado.

Siento una pesadez física. Sueño eterno. Por ahí es el hipo T. Estuvimos intercambiando impresiones sobre el tema con Flora y me hizo reír mucho preguntando si dentro de unos años estaremos hablando de implantes de cadera. Tremendo.

Llevé a los chicos a ver Happy feet. Está muy bien hecha. Es simple. Y corta.  Aunque demasiado cursi. Me quedé dormida los últimos minutos. Profundamente. Eran las 11am. Ahora hacen donitas de un juego con Feli y Manu. Están pasando un momento muy rompe huevos. Supongo que es concomitante a mi malestar.

Quiero que me entreguen el premio remo. Marido no va a ser porque estamos en fase de desencuentro total. La soledad y el cansancio atentan contra el amor.

Tuve que volver. Es todo cierto pero: recordé que a las 6.30am, antes de irse, mi marido me toqueteó muy certeramente. Es raro despertar a esa hora con una mano en la concha, en el lugar justo. Inesperado. Y extraño. Fueron unos segundos. Dijo algo y se fue.

No hice ejercicio. Tampoco me bañé.
No tengo grandes reflexiones. O sí. ¿Y me las guardo? No. No tengo.

Hace poco alguien me dijo que se sentía insignificante. Creo que va perfecto con mi estado actual. El problema es que no estoy segura de querer ser significante. El grado cero de la voluntad. Y la vida intelectual. Y todos los etcéteras que te puedas imaginar.

Y sin embargo, me siento menos escracho. Ponele que es buena.

Quisiera salir a caminar por Bs As. Tomarme un café. Ver una buena peli en el Malba. Y otros etcéteras. Cosas que hace 7 años no pasan. No sabés el ruido que me está haciendo este aniversario.

En fin. Creo que voy a trabajar. Debería.
Así las cosas.

No hay comentarios.: