viernes, 14 de octubre de 2011

avec delay

A las 6.35am, como una zombi, desperté a Coco que ya tenía su ropa elegida y sacada, no quiso desayunar y no tenía que llevar lunch porque había Bake Sale (para la cual compré ayer una bolsa de 12 paquetitos de papitas y demás porquerías porque de lo de bake quedó solo el nombre para indignación de marido y mía) por lo que nos tiramos en el sillón de la sala de tele para hacer tiempo, yo con la capucha del buzo sobre mi cabeza, bien cabeza. Se fue y volví a la cama para no levantarme hasta las 9.20am. Sin fuerzas, supongo que por la carnicería de ayer de la cual todavía no me recupero. Nunca debería haber ido sola. Pero ya pasó.

No puedo hacer deporte por tres días. Desde el martes que no me muevo y sabemos lo mal que me hace el sedentarismo. Además de una improductividad basal. Intrínseca.

Cenamos un risotto delicioso en lo de Domi, nos tomamos una botella de vino entre los cuatro y comimos choco amargo. Me hizo reír. La amo. Fuimos y volvimos escuchando hits de Los decadentes... justo alguien en la semana me había contado que los estaba escuchando. Bueno, marido también.

Iba a escribir un montón de cosas que tenía atoradas en la mente y se disolvieron como si flotara en ácido. Ah, sí, sí. Parece que me voy con la prole a Querétaro. La perspectiva de quedarme sola todo el findex, sin ayuda, me desalentó y cedí a la insistencia de marido. La fiaca es total pero no tengo resto para luchar sola con todo. De verdad. Me duelen las piernas.

Además marido se va el lunes a Miami así que si no casi no lo vería. Vuelve el jueves y el otro findex tiene concierto en Guanajuato por lo cual la idea es que también lo acompañemos. Amalgamados somos mejores. ¿O solo juntos? No lo sé. Y en noviembre parece que lo acompaño a Las Vegas, a la entrega de los Grammy.  Mandó un mail formal invitándome y no pude resistirme. Madre vendría unos días a quedarse con los pequeños. Ojalá no tuviera que ser así. Ojalá pudiera dejarlos acá pero no puedo. Igual me entusiasma pasar unos días sola con marido. Pena que sea Las Vegas, habiendo tantas ciudades interesantes. Pensé que iba a morirme sin conocer pero no... ni modo. Allí iremos. No sé de qué me voy a disfrazar. Además de que debería hacer dieta porque estoy obesa como para ponerme un vestido largo. ¿Y tacos? Dios: taco.

Dolor de cuello por laburar en el sillón. Creo que tengo las cervicales completamente torcidas. Y el bocho quemado. No tengo resto para contener y sin embargo lo hago. Estoy cansada, chicos.

Así las cosas.
Mezcladitas.

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