sábado, 15 de octubre de 2011

queridos astros, ordénense

Y no lo digo solo por mí sino por un montón de gente que tengo alrededor (ao vivo y por chat) que tuvo unas semanas de mierda. Xime me dijo ayer, las dos hundidas bajo mi edredón, vestidas, a las 5pm, que hay un problema con Júpiter y que no podemos esperar nada bueno hasta el 27. Nunca sé en qué creo o si creo en algo. Por lo general, soy presa de un nihilismo extremo, exacerbado, convincente y sólido pero sabemos que tuve mis varias excursiones a lo de Carmen María, buscando que el tarot me de alguna respuesta a la angustia y el futuro. Y me analicé 100 años, lo que también podemos pensar que tiene una cierta aura de creencia mágica. Solo que más cara y de largo plazo.

Por algún motivo inexplicable (o no ) ayer se dieron varias conversaciones de tipo "trascendental" en las que terminé diciendo que la fantasía teleológica tanto de la vida como de las relaciones no es más que eso: una fantasía (aunque claro está que tan o más necesaria que muchas otras: es increíble cómo los humanos basamos nuestra supervivencia en ciertas falacias simbólicas inverosímiles).

Mis astros no sé cómo andan pero yo estoy bastante rara. Sí, eso: enrarecida. Entre bajón y resignada. Flory habla de la pérdida de fuerzas cuando las situaciones son repetidas, que uno sigue remando pero queda baqueta. Es cierto. Doy fe. Una vez le puse nombre: estrías emocionales. Creo que estuve muy acertiva.

Por lo demás, ayer tuve un día durísimo. Entre muchas otras cosas, y lo que más me estresó, fue que mi hijo de 2 años y 5 meses se quedó encerrado en un cuarto con su amiguito de 2 y 6 meses. Pensé que me iba a dar un paro. Estaba ordenando juguetes en la sala de juegos, salgo y veo la puerta del cuarto de Tita cerrada. La puta madre. Intento abrir: nada. Les pido que den vuelta "el cosito" del picaporte, intenta Milo (no es la primera vez que lo hace) pero no puede. Silvia trae el manojo gigante de llaves, estoy tranquila porque la semana pasada esa puerta quedó trabada y al final la abrimos. Pero intentamos 3 veces con todas las llaves y no. No abre. Les sigo pidiendo que intenten pero no pueden. Silvia va a buscar a alguno de los trabajadores de mi casa. Vienen, intentan desarmar el picaporte pero no lo logran. Les hablo a los nenitos y NO ME CONTESTAN. Empiezo a volverme loca y pienso seriamente en darle una patada a la puerta de madera. La representación mental es de una puerta destrozada a fuerza de patadas mías al mejor estilo Los Angeles de Charlie versión 2000s.  Los imagino ahogados en el inodoro. Antes de que patee, los dos señores me dicen que me tranquilice y se les ocurre soltar el marco. La puerta se abre y veo a los dos nenitos, tranquilos pero asustados, sentados en el colchón. Segundo decía: Milo quiere hacer la siesta. Milo asentía. No sé bien cómo sobreviví al estrés. Después les di de comer y llegó Tita con su amigo. Tenía el cuerpo adolorido, el peso de la existencia cayéndome como un yunke. Antes de tirarme en la cama a descansar, sucia y sin intenciones de bañarme, fui al city con el pequeño a comprar unas cositas. Después, de estar un rato echadas, mientras Xime se hacía un café, preparé el budín que hacía mi abuela Fanny cuando era chica (de azúcar negra y cacao, tenía nostalgia) pero no quedó nada parecido. El de ella era más compacto. Madre me había mandado la receta en algún momento de la tarde.

Marido quería pizzas pero recién llegó a buscar a Simi y Xime (la madre me pidió que la trajera, todos queríamos lo mismo, ir a Santa Fe un viernes de quincena es la muerte en vida) recién a las 8pm. Estuve a punto de hacer un pesto de rúcula y no hacerme cargo del antojo pero al final le hice la masa. No quedó tan mal. A la madre del amiguito de Tita le parecí la persona más pilas del universo. Yo por lo general me siento una pajera pero es cierto que tengo un contexto bastante cuesta arriba y lo llevo con cierta alegría.

Xime mientras cosía y se quedaba pensando, creo, en Somebody I Used to know. No entiendo por qué no son todos fan. Justo la pasaron en la radio ayer y me enteré de que el pibe es australiano. De repente todo el mundo a mi alrededor es australiano (??????????).

Tengo que bañarme y cambiarme. A la 1pm vuelve marido del club y partimos todos a Querétaro. Comeremos e iremos al show que tiene que ver. Mañana volveremos temprano porque el lunes a las 6.40am sale su avión a Miami. ¿Es la vida solo es continuum levemente aburrido? No lo sé: sigo esperando emociones fuertes. Descolocame que me gusta.

¿Por qué la gente tiene mala leche? ¿Por qué no todo es fácil y directo? No gusto de los dobleces. Intento deshacerme de los míos. Lucho con mi miseria todo lo que puedo.

Las uñas ya se secaron. Puedo bañarme y terminar de armar el bolso.

¿Trabajaré mientras espero? Puede ser. Sigue la veda deportiva. Solo whatssapeo con mi endodo, es semi patetic pero es lo que hay.


Ah, lo único malo de que siempre haya mucha gente en tu casa es el exceso de suciedad. Y el desorden. Tiré papeles y papelitos del cuarto de Roberta y si pudiera regalaría TODO. Cajas y cajas de las que me desharía feliz.

En fin, guys: buen findex para todos y muchos deseos de que tengan los astros alineados.
Así las cosas.

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