martes, 18 de octubre de 2011

sin escribir no puedo trabajar

Ir al endocrinólogo me llevó toda la mañana y una parte importante de mis finanzas. Pero esperamos ahora sí entender por qué vivo cansada y me sobran 4 kilos desde hace años sin razones aparentes. Al menos no tan aparentes. Mi estatura sigue sufriendo inflación y lo más extraño es que yo sí me noto más alta hace unos meses. Ahora me midieron y dio 1.67... guau. Históricamente era 1.65 y medio. Un centímetro y medio no es poca cosa. Por la cita esta no pude ir a lo de la pintura de Simón. Es una actividad anual a la que siempre va marido pero no está. Bueno, el año pasado fue padre porque justo coincidió con una visita. Este tipo de cosas es la que me exprime el corazón y me dan ganas de vivir en Bs As. Dormí pésimo, bah, casi no dormí. Estoy fuckin estresada, con mil cosas y sin marido (que no es que re aporte pero me tranquiliza un poco). En el insomnio intentaba ir a un remanso mental, esos oasis en los que sos feliz un rato pero no encontré ninguno: grave.

Estar sobrepasada no es mi estilo. Suelo llevar mi vida con elegancia, puedo con todo, hago de todo, me ocupo de todo, me cargo todo pero hoy siento que flaqueo un toque.

Bueno, me pongo a trabajar SHA. Es lo que urge.

Así de pasadas las cosas, chicos.

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