viernes, 21 de octubre de 2011

¿escaparé?

De la vida no, eso nunca. Siempre supe de mi incapacidad para dejar a mi núcleo duro a su suerte. Intento no juzgar pero los padres que abandonan a sus hijos habitan, desde mí, en los escalones más bajos de la humanidad. Hay cosas que no se hacen. Claro que hay otras que al mundo le parecen "mal" y a mí "bien" o viceversa y convivo con eso. Alegremente.

Wikipedio:

  • Hipótesis whorfiana fuerte: La lengua de un hablante monolingüe determina completamente la forma en que éste conceptualiza, memoriza y clasifica la «realidad» que lo rodea (esto se da a nivel fundamentalmente semántico, aunque también influye en la manera de asumir los procesos de transformación y los estados de las cosas expresados por las acciones verbales). Es decir la lengua determina fuertemente el pensamiento del hablante.
  • Hipótesis whorfiana débil: La lengua de un hablante tiene cierta influencia en la forma que éste conceptualiza y memoriza la «realidad», fundamentalmente a nivel semántico. Esto significaría que a igualdad de todo lo demás pueden existir diferencias estadísticas significativas en la forma que dos hablantes de diferentes lenguas resuelven o enfocan ciertos problemas.
Alguna vez la parafraseé pero ahora quiero expresarla de manera más asertiva. Hace días que intento dilucidar cuánto nos aleja el uso (o no) del pretérito perfecto a mis hijos y a mí. Los porteños no lo tenemos incorporado porque para todas las experiencias pasadas que no son continuas (no sé si estoy siendo muy asertiva en este caso, la verdad) utilizamos el pretérito simple o indefinido. Cuando hispanohablantes no porteños quieren indicar que conocieron o que probaron una comida  o una ciudad enuncian: "He estado en Roma dos veces" o "No he probado el mole aún". Los porteños decimos, en cambio: "Fui a Roma dos veces" o "No probé el mole aún". Hay algo de acción no terminada que yo, por ser porteña, no termino de comprender. Todavía me acuerdo cuando me intentaban explicar el Present perfect en inglés y se me hacía complicadísimo. Creo que recién cuando vine a México y pude distinguir para qué usan uno y otro pretérico lo entendí realmente (igual me cuesta eh, y no lo uso nunca).

Sin conclusión: no estoy segura de si el lenguaje condiciona o determina la manera de pensar pero hay un resto entre la forma en la que mis hijos perciben el mundo y la mía. Sí, es obvio que ese resto existe siempre, entre todos los humanos, pero hablo de algo que se puede conceptualizar. O proto conceptualizar y que creo que dice mucho sobre "vivir afuera" y la cría de cachorros en esas circunstancias.

Por lo demás, Júpiter sigue complicándome la vida. Siento un vacío irrellenable y no estoy del todo segura de que pueda revertir este estado. El acentuamiento de la nada misma, el sinsentido conjugado con un aburrimiento pasmoso. Ni la literatura ni el cine ni la comida ni la amistad ni el amor parecen tener la capacidad de desaletargarme.

El permanecer. Sin angustia. La falta de interés absoluto en la trascendencia. Un leve desprecio hacia las ciencias sociales, las humanidades en general y ni que hablar de los sujetos convencidos de que lo material va a hacerlos felices. Como si tener y ser estuvieran imbrincados. En fin.

Marido se va mañana a Guanajuato. Llegó caído y agotado a tal punto que a las 8.30pm dormía. Leí un rato, no descansé con breves despertadas y sueños perturbadores. Se despidió tirándome su humanidad encima al son de "chau preciosa" y lo veré recién a la noche en lo de los M para nuestro consabido cineclub. Creo que a la tarde vienen Xime y panza. Y un amiguito de Tita (otro) a jugar.

Y no mucho más. Espero a la arqui... con este espíritu de "todo me chupa un huevo" no es fácil encarar nada.

Ah, el viernes que viene se va a Las Vegas. Sí, soy sola otro findex más. Ni modo: es lo que hay. Tampoco importa.

En fin, chiquitines.
Así las cosas.

2 comentarios:

m. dijo...

Yo también tuve que aprender esa diferencia del pretérito simple y el compuesto cuando conviví con otros hispanohablantes. Y el problema mayor es que cuando un porteño dice, por ej., "No leí Hamlet", los demás hispanohablantes entienden "No leí Hamlet hasta ahora y no lo voy a leer nunca", porque el pretérito simple tiene para ellos esa dimensión de hecho terminado, cerrado, concluido, que para nosotros no tiene.
Si ellos quieren decir que aún no han leído Hamlet pero no quieren cerrar la posibilidad de leerlo en el futuro, dicen "No he leído Hamlet". Nosotros no tenemos esa forma, entonces lo matizamos agregando adverbios, por ej.: "Nunca leí Hamlet" vs. "Todavía no leí Hamlet".

JB dijo...

Tu explicación es perfecta, sabía que ibas a poder expresarlo mucho mejor que yo... la dimensión de hecho terminado me dio fiaca explicarla.
Besos!