miércoles, 26 de octubre de 2011

en la época de las mandarinas

La luz y el aire, ya lo dije, son distintos. Y el olor. 

Por algún motivo extraño el despertador no sonó. A las 7am nos despertamos, marido saltó de la cama, dudó en llevarlo él o que lo llevara yo al Coco al cole (el camión ya se había ido) y ganó la opción uno. Por suerte. De todas maneras me levanté porque el nabo de mi hijo se olvidó la mochila (?) y salí descalza y sin abrigo a entregárselas. Después desayuné café con leche con una quesadilla, aguacate y frijol después de vestirme, llevé a Milo a la guarde, pasé por el club a bañarme y después al super. Gaby no me llamó para ver si al final sí quería que fuera. Le había suspendido pero me dio tiempo. Así que acá estoy.

La temporada de mandarinas empieza ahora y dura hasta febrero. Lo sé porque para el cumpleaños de los chicos lleno una frutera enorme de madera de mandarinas grandes y bien naranjas. Ahora no son tan dulces, tienen la piel muy pegada. Ayer hice un budín con unas que tenía en casa. Fue después de terminar Ocio y antes de buscar a los chicos para llevarlos al dentista. La receta decía que había que meter una entera en la procesadora (usé la licuadora porque mi procesadora es argentina y anda a 220). La próxima vez la voy a pelar, quedó demasiado amargo con toda esa cáscara, con pulpa, jugo y un poco de ralladura debería funcionar. También hice un pastel de calabaza y carne. El día naranja. La temporada de la calabaza es mucho más corta. Eso me entristece. Compré una grande para guardar y unos pedazos para comer en la semana. A todos nos encanta. De todas maneras, por esta zona no hay anco. No saben cómo lo extraño. La vida sin calabaza no es igual.

La dentista dijo dos cosas llamativas: 1. que la nariz y las orejas siguen creciendo de por vida. No es una buena noticia para mí. Lo único que podría alegrarme si tuviera mayor tamaño son las tetas. El resto siempre es mejor que disminuya. 2. "Eres más bien piernuda". Llevo casi siete años viviendo acá y soy incapaz de darme cuenta de qué me quiso decir. Es obvio que soy piernuda pero lo que no está claro es el signo de su comentario. No pareciera haber sido negativo. Ser piernuda en México no es necesariamente malo. Aunque no te sé decir con seguridad, eh.

Después de cenar todos juntos el pastel (a marido no le gustó pero para el resto fue un exitazo), vimos Crazy, Stupid, Love. Es mala pero entretenida. El guión tiene muchos problemas, es una buena idea de comedia romántica desperdiciada. A él le amo. No porque me parezca tan buen mozo pero me cae bien, banco a muerte que se esté convirtiendo en una estrella. Sobre todo porque su papel en Blue Valentine es excelente. Y en Drive también está muy bien. No, no hablo de Steve Carrell, obviamente.

Por lo demás, hoy es el cumple de beboncha así que ni bien lleguen los chicos del cole, parto con los dos menores hacia al Roma. Simi se queda acá con Xime. No tengo casi nada de trabajo y esta sensación de leve desperdicio es poco sentadora. Pero ni modo, es lo que hay.

El viernes voy a probar un par de recetas que se me ocurrieron (la variación de una y el budín nuevamente, supongo). A veces entro en fase Sara Key. O: asumo lo que soy.

En fin, guys!
Así las cosas.

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