sábado, 8 de octubre de 2011

INT. SALA. DÍA

Truenos afuera, la tensión eléctrica que baja y sube alternadamente, enloquecedora. Padres en un sillón, marido y yo en el otro, tres niñas arriba armando un show, un niño pequeño jugando a cocinar y uno con su propia compu al igual que sus padres. Es sábado por la tarde, en breve va a anochecer.

Ayer tuvimos cine club en casa. Los M trajeron empanadas ricas, todos los demás sus aportes. Vimos una biopic de Gainsbourg que no me gustó nada de nada. Con la fantasía francesa no tenemos buena relación. Supongo que ahora también veremos una peli porque suspendimos la idea de ir a comer a Oca dada la ingesta desmedida en Patagonia.

Los humanos no deberíamos prodigarnos amor en público. Ayer, mientras manejaba hacia la Roma vi a una pareja besándose en una parada de colectivo. Él le tocaba el culo con las dos manos y yo tenía el plano americano desde mi coche. Nada agradable.

Hice una hora de elíptica porque no soporté ver mi gorda humanidad en el espejo de la clase de zumba. Sauna, baño y venir a casa a buscar al pequeño que se había quedado con Silvia. Nos nació un amor que creo que es mutuo. Los mayores pernoctaron en el Nikko con padres, nadaron en la pile cubierta, comieron desayuno buffet y pasearon. Nos encontramos en el Soumaya, el mayor monumento al mal gusto que puedas imaginar. Qué desperdicio. Qué mala calidad de todo. Las buenas obras se pierden por la pésima curaduría. Una vergüenza. Y una pena. También se sumó Domi al grupo.  Padre comió dos paletitas de postre. Tiene 72. Nos movimos en la van de la oficina: familia rodante. Numerosa y disfuncional. Dejamos a Domi en su casa, marido, Tita y Coco comieron helado. Bebonch salió para que la besuquéaramos. Marido y yo somos los tíos infames, que la llenamos de baba y sonrisas deformes.

Comer ensalada me hace pésimo.

Escuchamos mucho el nuevo tema super prefe.

¿Llegaré a leer alguna columna?

Marido me lee posibles pelis de metacritics. Y después las busca. Un clásico.

¿Cómo se rompe el amor? ¿Cómo te volvés solo un conocido? Cada día me importa más la estabilidad de mi núcleo duro. Fue una alegría ver que el paseo por las aguas turbias no duró. Volvimos enteros a la afabilidad del arrecife marino, lleno de colores brillantes. Como contrapartida descubro que fueron demasiados años en las puertas del infierno. Espero que no vuelvan. Hoy soy optimista.

En fin, chicos.
Así las cosas.

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