martes, 15 de diciembre de 2009

el éxodo y las despedidas

Y entrando en la segunda mitad de diciembre pasa esto. Los que vivimos afuera, muchos, nos vamos a nuestro país de origen u a otro lado. Vacaciones. Acá son las de navidad, más de dos semanas que los chicos no van a la escuela. Me acabo de cruzar con una amiga que no veo nunca en walmart. Fui a comprar tintura, medias para el bebé, comida para el hámster (¿podés creer que en la veterinaria no tenían?) y a recoger un abrigo de Diego que si no, hubiera quedado ahí eternamente. No resolví el regalo de las tres sobrinas mujeres. Creo que lo dejo para BA, cosas más lindas. No sé qué usan a esa edad. Me falta pasar por la librería, Simi tiene que llevar un libro en inglés para intercambio y necesito comprarle uno para el avión. Me gusta que le guste leer. Creo que lee todavía más que yo a su edad. A Tita le chupa un huevo la literatura, te da la sensación de que siempre está pensando en otra cosa. Si pudiera, miraría tele todo el día (claro que yo soy su madre y más de una hora no mira y eso si mira. Excepto los fines de semana que me puede agarrar con la guardia baja y si está enferma). Para el bebé ya compre comida de Heinz (tiene menos porquerías que la Gerber). A ninguno le había dado comida envasada pero tampoco recuerdo qué hacía en los aviones. No sé para qué vivo, no me acuerdo de nada. Hay sol. Me bañé en el club porque nos quedamos sin gas. Ir al vapor y al sauna sin haber hecho deporte, no tiene gracia. Lo comprobé hace rato. Marido estresadísimo. Metí casi toda la ropa. Falta la de Diego que se negó a que yo la sacara. Demasiadas botellas de tequila y regalos pesados. Me estreso pesando los bultos. No más de 25 kilos es muy poco. Para colmo, Simón tiene cumpleaños en Kidzania, Santa Fe. Me queda como el orto. Y a la noche tengo cena de chicas, muy reducida. Pau que está en Bs As hace rato, Lau que hace rato que no vive acá y las posibles nuevas, tampoco están. Se diluye.
Y no mucho más, eh. Pensando cuándo me voy a cortar el pelo. Por suerte, por una vez, guardé la tarjetita de La lúdica. Siempre salgo contenta de ahí. No me importa si pasó de moda. El martes salgo con mi madre de compras, el sábado evento, el domingo evento, el lunes y miércoles almuerzo y el viernes merienda de chicas. Después, veremos.

Cuando pienso que no vivo en Bs As hace dos hijos, no me lo puedo creer. Ya no soy de allá, por más increíble que me parezca. Claro que en este blog nunca fui de allá. Pero 27 años me respaldan como porteña palermitana hecha y derecha.

Ah, acepto invitaciones a fiestas eh. Sigo con ganas de bailar.
En fin.
Así las cosas.
Entusiasmadas y estresadas.

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