domingo, 6 de diciembre de 2009

sobre Israel, las coincidencias y el primo Lalo

Mientras le daba la teta al bebé, justo antes de ver una película israelí que tenemos hace años pero que pasábamos de largo, se me viene a la cabeza My funny Valentine, de Chet Baker. Un poco de melancolía, supongo, busco en Youtube, el tema con unas fotos, twitteo (es un fuckin vicio) y me voy a la sala de tele a tirarme en el sillón con mi marido. No pasan más de diez minutos que uno de los personajes se pone a cantar el tema. No tenía nada que ver con nada, eh. Era sobre una banda policial egipcia que va a tocar a Israel. No me la puedo creer. Vemos la peli. Diego me pregunta sobre Israel, le digo que me acuerdo poco, fragmentado. Pasaron quince años y me hubiera gustado disfrutarlo más. Fueron cincuenta y dos días de viaje, una semana en España y el resto ahí. Sé que es alucinante, retazo de Jerusalem, Beersheva, Eilat, el kibutz, Tel aviv, la universidad. Pienso que un poco me parezco a la de la película, así, diciendo siempre todo. Me acuerdo que los israelíes gritan (igual, para saber de verdad siempre está ww) y hacen ese gesto para decir un minuto, un gesto que a nosotros nos parece cualquier otra cosa, que usamos, parecido, para decir: ¿qué te pasa? También me acordé del uruguayo con el que me di unos besos los primeros días. Parecía tan desubicado como yo, tocaba algún instrumento y era fanático de Charly. El resto de la gente que me acompañaba era de otro planeta, nada que ver con nada. Un poco me rompió el corazón, unos besos y después nunca más nada. Me lo volví a cruzar en algún lado y creo que tenía una novia. Engordé no sé cuántos kilos, volví y era un ballena irreconocible. Chocolates todo el día. Schinitzel. Ansiedad. Conversaciones sobre matrimonios mixtos. Mi abuelo debería haberme dado la plata, yo hubiera ido a Israel en otras circunstancias. O no. Ahora, mi marido me pregunta cosas y no sé qué contestar.

La cuestión es que terminó la peli y Diego se puso a buscar cosas de Chet Baker y después no sé bien por qué, supongo que por el mood jazzero, nos pusimos a buscar cosas del primo Lalo y apareció un video en el que toca el piano cn Dizzie Gillespie. Y no te la podés creer. Claro que se fue a USA porque Dizzie se lo llevó para que le componiera pero una cosa es saberlo y otra muy distinta, verlo.

Ahora me puse a escuchar un disco de standards de Keith Jarret que gasté a fines de los noventa.

Así las cosas.
Jazzeras.

Claro que por poco tiempo, tengo que seguir preparando las cosas para el baby shower.

3 comentarios:

ww dijo...

Te pareces a ella? No es poco, porque es hermosa

JB dijo...

mi querida, sabés que físicamente no me parezco en NADA! lamentablemente. sí, muy hermosa.
besos

U. dijo...

me encanto esa pelicula!