domingo, 6 de diciembre de 2009

hace días que me ronda lo mismo

No sé por qué surgió pero volvió con todo. La sensación, la certeza y convicción de que debería haber estudiado psicología. Ya conté muchas veces que era lo que había decidido en quinto año. Era mi materia preferida, en la única que tuve diez los tres trimestres, me era un discurso fácil de comprender y asimilar y además, tiene una praxis bien delimitada. Justo lo que necesitaba. Justo lo que mi madre consideró que yo no debía hacer. Yo adoro a mi madre pero la pifió groso. Y yo sigo pagando las consecuencias. Los motivos de su accionar no los vamos a analizar acá, tampoco vale la pena. Una y otra vez durante años le di vueltas al asunto y coquetié con la idea de hacerlo tardíamente. Antes de asumir definitivamente que descreo de absolutamente todos los discursos. Eso es triste. De todas maneras, me gusta pensar que tanto tiempo dos sesiones por semana me hicieron bien. Claro que siempre me queda la duda: ¿fue el divan o fueron los años? Imposible encontrar la respuesta. Tuve tres analistas. La primera fue un tremendo desastre. La peor pérdida de tiempo y dinero que mis padres pudieron brindarme. El segundo, a quien llamaba el hurón por su consultorio lleno de libros y cuadros y con poca luz y su forma de ser tan reservada, me cambió la vida. Dos veces por semana de realmente tirarme en el diván y dejarme llevar. Después lo dejé. Había sido suficiente. Y antes de venirme, tuve otra analista, por poco tiempo, quien creo que también me hizo bien. Todos me dijeron lo mismo siempre, una falacia: cualquier cosa que hagas la vas a hacer bien. ¿Se lo dirán a todos? ¿Será un argumento standard? Sigo con la misma problemática pero sin ganas de analizarme. Excepto ayer, que pensé algo y hubiera necesitado un interlocutor interesado.

Y acá sigo. Se hizo de noche. Simón tiene que volver de lo de Dante. El bebé lloriqueó toda la tarde pero Diego se lo quedó un buen rato mientras yo leía Radar y skypeaba con Pau.

Lo que rescato del análisis o de los años o de México es la disminución de la angustia.
Eso, como Mastercad, no tiene precio.

En fin.
Así las cosas.
Revisionistas.

2 comentarios:

ananavajas dijo...

Me haces reir mucho. Tenes algunas frases geniales...

Domitila dijo...

Juli a mi me pasa todo lo mismo y el otro dia le dije a lalo que por ahi queria estudiar en la Unam psico
vamos?