martes, 15 de diciembre de 2009

yo dono

Regalo y regalo y me da mucho placer. Claro que no llego a los extremos de Wanda, bajo el mando de MM pero ahí vamos. Disfruto mucho de desprenderme. También, a veces, sufro. ¿Y si mañana no tenemos para comer y deberíamos guardar las cosas para venderlas por las dudas? Lo pienso un segundo y meto en la bolsa correspondiente. Hay gente que necesita todo esto que nosotros ya no usamos. La razzia de juguetes está dejando el cuarto de los niños pelado. No los necesitan y no los usan, motivo principal. No regalo aquello que tiene valor afectivo por haber sido entregado por un familiar cercano. Como yo no compro juguetes y todos son regalos de familiares, la cosa se complica. Pero igual, se fueron muchas cosas. Y en unos meses, se irán más. Lo mismo con la ropa. Aunque ya no queda demasiado, ya regalé todo.

Bueno, ahora a trabajar un rato (no me da la cabeza, esa es la verdad).
Y a pasar el tiempo que ya nos vamos.
Así las cosas.

1 comentario:

Ana dijo...

qué bueno!!
A mí me cuesta. Siempre creo que lo que sea que iba a tirar en algún momento va a ser necesario. Por eso las mudanzas siempre fueron un caos!

Buenísima la actitud!