miércoles, 12 de octubre de 2011

un miércoles triste

Seguramente porque dormí muy mal. Marido llegó un poco tarde. Freí una milanesas, improvisé una ensalada de arúgula, vio los últimos minutos del partido de Argentina, pasó a Milo y volvió a bajar para contestar unos mails.

La tos lo había planchado al pequeño a las 6pm. No, antes, y nadie lo pudo despertar. A eso de las 12 le hice una leche, se quedó en mi cama, me desperté porque estaba todo mojado, lo cambiamos entre marido y yo y ya no pude dormir. No sé cuánto tiempo pasó pero estaba semi embotada. A las 6.35am sonó el despertador, Simi se vistió, Camilo empezó a llorar (se había pasado a la cama del hermano) y a sacarse el pijama, Coco estaba con dolor de garganta (y una fiaca evidente) así que lo dejé que faltara al cole. Volvimos a la cama y ya no me levanté hasta las 9.15am, cuando marido llamó desde casa porque estaba con la arqui y pretendía que fuera. A duras penas pude explicarle que no podía moverme, que me dolía el cuerpo, que tenía que llevar a Milo a la guarde e ir al super. Pero antes, a eso de las 7 y cacho parece que garchamos. Lo dejé ser. Como le gusta decir, soy bien dispuesta. Aunque no tan gauchita como yo creo. No tiene importancia.

El suburbio creo que me está haciendo mal. Poca vida social. Salidas nulas. Y mi mente que no ayuda. Ayer teníamos que buscar fotos de distintas edades de Simón así que encaramos la caja de las fotos. Fue como meterse en el tunel del tiempo. Había de todo, todo mezclado. El viaje a Israel, yo a los dos años, el viaje a Bolivia y Perú con las chicas, la sesión de fotos en el loft de Maros en no sé qué año, hecha por Fer en diapositivas, con cambios de vestuario (yo curtía mucho unas converse de charol, copadas, unos pantalones verdes tornasolados que me había comprado en el Soho, mucho negro, muchos anteojos de colores, el pelo corto, unos cuantos kilos de más y una frescura en la cara irrecuperable), fotos de Miami cuando fui a visitar a marido (que era flaquísimo y yo estaba negra de haber estado en Brasil), fotos del embarazo, de Simón recién nacido (marido no paraba de sacar fotos y de revelarlas, al poco tiempo de venirnos a vivir acá se olvidó para siempre), de Simón al año, a los dos, a los tres. Del embarazo de Tita. Fotos con mi cámara lomo que alguien se llevó de casa y no devolvió. Fotos de un viaje familiar a Punta del Este (en el que tuve a mal apretarme al gerente del hotel), con mi look Camden (boina de terciopelo, colores oscuros, borceguíes) y mi hermich tan canchera siempre. Por cierto, ayer fue su cumple y hubiera querido estar pero ya es un clásico la ausencia por lo cual ni lo comento. Dejemos pasar.

Y algo no anda bien. Algo se me achicharró adentro. Se encogió. Extraño a marido. No me da mucha bola. Simi me acompañó al super. Ahora voy a ir a buscar a Milo. Estoy en calzas, sucia. Tengo que trabajar. Y a als 4.10pm buscar a Tita y a Xime en el colegio. No tengo planes nunca. Ni siquiera cine ni cenas ni nada. Extraño la ciudad. Extraño Bs As. Extraño tener una vida.

Pero ni modo. Me entrego a la realidad. Blandita.

Así las cosas.

1 comentario:

María (ahora en paz) dijo...

¡Pues tú que no llamas! Cenemos uno de estos días con maridos. Tuve a bien ir a cortarme el pelo con una coreana antes del viaje y me lo cortó de más. Aunado a eso, se me ocurrió pintármelo de morado y hoy me lo enjuagó tan fuerte que me lo deslavó y el pelo me quedó rojo. ¡¡¡PINCHE CHIIIINAAAAA!!!