lunes

Marido prometió que iban a ser vacaciones y que me iba a ayudar con los chicos. Marido siempre tiene las mejores intenciones pero nunca jamás eso sucede. Marido tiene kilombo de laburo por lo cual estoy sola como siempre. Lloré mucho ayer. No quiero vivir más en México.

Camino con hijos por Libertador. Los dejo en lo de madre, comen pollo con calabaza, vuelvo caminando con madre, la dejo en la esquina de su consultorio y sigo hasta el Museo Evita. El día está hermoso, espectacular. Cielo celeste límpido, temperatura perfecta. Me encuentro con coachie, comemos pescado con mariscos, la pasamos bien, nos amamos,  camino de vuelta, me encuentro con madre e hijos, vamos a la parte de los juegos de afuera del Paseo Alcorta, los ninios juegan, nosotras charlamos. Bajo con los chicos a Carrefour, compramos un par de vituallas, volvemos a lo de madre, vienen Lou y Ceci a merendar, charlamos, comemos cosas dulces, tomamos coki y té. Padre me lleva a lo de suegro. Espero a que llegue marido, me enojo, lo odio porque no puedo irme a la cena con mis amigas. Tarda, finalmente llega, salgo casi sin saludar. Llego a lo de Pau y solo falta Ana. Pauli hace el pedido en el chino, tarda en llegar, fumamos en el patio, llega, comemos, me río como hacía anios no me reía. Me olvido a veces de que mis amigas históricas son de las minas más inteligentes, graciosas y malas que conozco. Soy el blanco de las chanzas porque les doy de comer sin parar. Río sin drogas hasta que me duele la panza. Maros está en coche y nos lleva a todas. No lo puedo creer, ni siquiera sabía que Maros manejara. Somos grandes, pienso. Grosso todo. Las amo. Las extranio. Duermo no tan bien como otras noches. Marido está blandito, carinioso. Nos amamos pero nos equivocamos. El camino es mi vuelta. Pero BUEH.

Bs As me sienta. Hoy también está hermoso, con la temperatura inmejorable, la certeza de que todo es difícil pero mejor así, cerca. En fin, chicos.

Así las cosas.