martes, 2 de agosto de 2011

perdiendo el tiempo

Básicamente estoy de vacaciones que como son vacaciones en general, no me molesta pero si sigue así cuando retorne de Bs As, me voy a preocupar.  Por ahora, bueno, estoy en cualquiera, viendo de irnos a Casitas, Veracruz, dos días. Bueno, tres. De domingo a martes. Muero por meterme al mar. Hacerme una limpia natural, estar los cinco solos. Comer rico (así, claro, no voy a adelgazar jamás). Encima hoy creo que cenamos con Nacho, el viernes potencial cena, el sábado cena con el chef bookeada hace mucho (por eso nos vamos el domino) y mientras hago gym, boludeo, escribo, etcétera. Sin culpa (¿y este milagro?). Hice un poco de aparatos y 35 de elíptica, chivé como cerda y después me tomé un green tea cream sin la cream con Flor en el Magnocentro y me fijé una cosa que me había pedido madre. Tenía curso pero siempre no y no me habían avisado. Desastre.

Ayer a la noche vino la arqui, creo que piensa que estamos de la cuch (lo que sería verosímil), marido le hizo el foie que había sobrado del sábado y después, mientras veíamos planos armó una pasta con hongos y un pesto de rúcula y le dimos de cenar así, al paso. Le daba entre vergüenza y ganas, creo. Le recontra dije que no tenía ninguna obligación, espero que no lo haya hecho por compromiso. En fin. Y no mucho más, los chicos siguen felices con el curso de verano, yo recuperé la alegría con el correr del lunes (y eso que estaba ultra pozo de verdad) y todo me chupa un poco un egg (excepto que marido me dice que estoy gordich, lo que es cierto y medio difficult de solucionar los últimos cuatro años).

Voy a leer. Tal vez escriba. Va a pasar Carmen que está en la city por unos días y también por ahí María José. Los chicos están felices con la vuelta de Feli y Juana. Ah, y ahora me fijo pasajes para Bs As en diciembre. Todo así. La vida es eso que pasa cuando estás en cualquiera. Pero mi cualquiera al menos está un poco más próximo que en otros momentos y me caigo mejor. Aunque al mundo no. No sentirse expuesto a lo que le parecés al otro es la única clave para la felicidad y a mí me sale bastante como el orto. Quisiera que me chupara un huevo al 100 por ciento. Pero no. O no a veces.

En fin, chicos.
Así de caseras y encerradas las cosas.

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