sábado, 27 de agosto de 2011

sobre el comfort, los humanos, la amistad y esas cosas

Llego de buscar a Simi en lo de su amiga Ximena, donde se quedó a dormir porque era el cumple e invitó cinco amigos. Estaba feliz. Juntos fuimos al City Market, me cuenta cosas, tranquilo, contento de verme. Hablamos sobre el IVA, le explico lo que es (como puedo), después le explico lo que son los impuestos en general y me sorprendo porque sabe perfectamente lo que es el porcentaje. Guau. Marido se llevó a Milo al club porque ambos quisieron y Tita sigue en lo de Lu, nos encontraremos directamente en el asado. Se respira paz aunque la casa es un caos. Luzma se fue temprano y nadie vino en su lugar. No importa. Tengo que hacer ensaladas, quiero escuchar música. Esta plenitud me sienta.

Marido hizo pizzas mientras yo leía tirada en la cama, después de bañar baby (ya no more baby, claro, pero eternamente baby para mí). Comimos mirando una peli bastante mala pero llevadera y nos dormimos a eso de las 12.30.

Excursus. Hijo mayor llora desconsolado porque ayer le destruyeron el avión y aeropuerto de Lego mientras él no estaba. Intento tranquilizarlo y razonar pero no hay mucho caso, se enoja conmigo. Entiendo que lidiar con las frustraciones de los hijos es un imposible y de acá en adelante seguramente todo sea peor. Yo no fui fácil. Para nada. Presumo que sigo sin serlo.

Antes de dormirme pensé en la impostación, el esnobismo, la pretensión y un montón de actitudes que hace mucho me quedan lejos. Nada me interesa menos que parecer algo que no soy. ¿Cómo hace la gente para sostener una imagen construida? También pensé en el comfort de ciertas relaciones, en la comodidad de que el otro entienda quién sos y que no tenga que ver con el tiempo. Joy es una de esas personas con las cuales yo soy yo y fluyo. Estos días me estuve acordando de cuando éramos chicas y pasábamos mucho tiempo juntas, cada una haciendo un poco lo suyo, en Ugarte, después de salir y vaciar la heladera a fuerza de bajones, dormíamos ahí y al día siguiente estudiábamos, fumábamos mucho tabaco, comíamos en familia y cada una seguía su día. Valoro mucho el poder estar con alguien sin necesidad de interactuar.

Con marido pasamos la mañana en la cama. Milo iba y venía haciéndonos comida mientras nosotros nos poníamos al día, abrazados, entrelazados, contentos. Después desayunamos y yo no pude hacer deporte. Todo no se puede, me repito. Prefiero que no me alcance el tiempo a tener la sensación de que me sobra. Lo que me sobra ahora es energía. Copado.

Hay más cosas, muchas siempre, dando vueltas. Hay una sensación de alegría y estabilidad. No hay mucho sol pero sí una temperatura agradable. Hay una familia sólida que es la que armé. Hola mundo: estoy feliz.

En fin.
Así las cosas.

1 comentario:

Mabelina dijo...

Es lo que transmitis ,alegria por todo lo que la vida te brinda ....buenfindemexico !!!