miércoles, 20 de julio de 2011

Crónica de unas vacaciones familiares, Indianápolis 6

Estoy muy cansada, chicos. Ayer me quedé trabajando hasta las 3am y después no me podía dormir y tuve frío y me golpeé la rodilla con la cama y el bebé dormía conmigo y me dio miedo de que se cayera. La casa es un caso, no tuve tiempo de ayudar a ordenar. Ahora debería seguir revisando pero tampoco tengo más fuerzas, es la 1.35am y no doy más. Fuimos a una playita dentro de un lago pero fue un toque un fiasco, el agua sucia, el pasto mal, y todo un poco así. El Coco fue el único que disfrutó de los grandes porque había una resbaladilla gigante alejada pero las nenas no pudieron ir porque tenías que hacer un swimming test y no era para ellas. Comimos sandwichitos (los nuestros de focaccia, brotes, aguacate, queso y así) y nos vinimos temprano. Padres se llevaron a Tita y a Bianca a hacer unas cosas pero las pendorchas no pararon de pelearse en todo el puto día. Esto se está terminando. Mañana tendré que laburar y hacer el equipaje y volveré el jueves a mi vida cotidiana (y alienación).

Estoy contenta porque voy a Bs As (alone) del 19 al 25 de agosto para el cumple 100 de mi abuela. Extraño a marido que pareciera estar varado en San Pablo pero que no me chatea (problemas con AA, falta de tripulación: ???).

Y no mucho más, la verdad es que los B se pasaron como anfitriones. La convivencia fue excelente y padres se portan bien, madre hizo un risotto para la cena (para mí arroz con hongos no es comida pero bueh...son concepciones) y las horas se pasan en paz. Cierta paz que se termina, en realidad.

Por lo demás: pienso relativamente poco. Teorizamos bastante con Pau sentadas en el coche o afuera, fumándonos el ciga del día, sintiendo el calor infame, sobre la vida y el matrimonio. Hay que tener mucha paciencia, chicos. Apechugar. No sé quién nos vendió la idea romántica de la familia, de la maternidad/paternidad, etcétera. La realidad es que cuando nace tu primer hijo se te cae una soledad terrible (en la mayoría de los casos), se generan muchos conflictos de pareja, las mujeres detestan un poco a los maridos porque conservan la libertad que una perdió, los maridos se rayan pero eso no está naturalizado en el discurso progre. Las mujeres podemos tener depresiones postparto y cosas así pero nadie habla de los trastornos masculinos. En fin. Mucha charla. I love her, always.

Me voy a dormir. Milo ronca tirado en el piso. Barouh da vueltas y el resto ya se acostó hace un rato (Giorgio hace poquito, se quedó laburando en su estudio).

En fin.

Así las cosas.

1 comentario:

Tiene que ser mia dijo...

Tan cierto todo lo que decis!
A veces me siento tan sola con mis pensamientos porque amigas casadas con hijos parecen la familia Ingalls!
Besos
Eva