miércoles, 17 de agosto de 2011

10 años 10

Estaba nublado, de eso me acuerdo, de la pollera de Trosman Churba rosa y blanca, la musculosa de algodón de Chocolate, las botas negras también de Chocolate que sigo usando y el saquito rosa con lentejuelas de Jazmín que, como el resto, guardo en mi placard, también. De los sentimientos: poco. Sé que lloré cuando vi que padre lloraba, tengo la vaga imagen de que había mucha mucha gente y sé que nos pusimos las alianzas en ese momento (había sido un tema álgido, un malentendido hizo que fueran de oro blanco, clásicas, anodinas y que a ninguno de los dos les gustaran pero creo que llevan bien el paso de los años) y no me la saqué nunca más (una vez puede ser embarazada por la hinchazón pero nada más). Después del registro civil de Palermo nos fuimos a lo de padres y las chicas (era un grupo extendidísimo) nos rodearon y nos dieron nuestro regalo: un fin de semana en Colonia (que fungió como la única luna de miel) y la noche de bodas en unas suites. Hicieron todo un show de entegra, éramos jóvenes y pilas.

Amo a Diego mucho más que entonces y lo digo seriamente. Pasamos los años más intensos, atormentados, felices, desgarradores, difíciles, duros, extremos y un montón de otros etcéteras pero logramos armar una familia alucinante y una pareja sólida y contenta. Durante años parecíamos estar constantemente al borde de la separación pero logramos pilotearla. Es, sin lugar a dudas, el hombre de mi vida. Es la persona con la que quiero estar por siempre y este es, para mí, nuestro mejor momento. El abrazo matinal sigue siendo lo que le da sentido al día. Soy la persona que quiero ser y no sé quién sería sin él.

En fin. Perdón este dejarme ser amoroso pero no se cumplen diez años de casados todos los días.

Por lo demás, estoy rota. Tuvimos cena con ricos y famosos en La capital. Después pasamos por Patagonia y parecimos populares, no sé cómo ni por qué nos encontramos conocidos un martes a la medianoche. Dormí poco y mal y todavía tengo que ir al super a hacer una compra importante antes de irme (además de temas capilares antes en el club). A la tarde merienda de madres y a la noche, después de ver a la arquitecta, marido quiere cenar pero yo estoy intentando slalomearlo. Dos noches seguidas no puedo comer ni acostarme tarde. Necesito un break.


En fin, chicos.

Estoy asquerosamente contenta y en paz pero también segura de que el cinismo volverá con fuerza (no, mentira, siempre está eh, aunque no lo veamos).

Así las cosas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué divino leerte tan feliz! (siempre te leo) MB

perica dijo...

felices diez años :) que lindo post

EM dijo...

Hola, te leo hace mucho, jamás comenté pero...me hiciste mínimo, pensar. Que bueno que se quieran tanto, que lindo que tengas la certeza de que es el hombre de tu vida ,más allá de los hijos. Que bueno que se lo puedas decir y que el te lo diga a vos.
Yo estoy dudando, mucho de mi presente y mi futuro. Nos queremos y tenemos un hijo precioso...pero no sé.
En fin, la vida.

Felicidades.