martes, 30 de agosto de 2011

de por qué siempre supe que no iba a ser una intelectual

No estudié Psicología porque madre no me dejó, no estudié Sociología porque me parecía una carrera demasiado fácil y menor, no estudié Filosofía porque consideré que iba a terminar enloqueciendo y creo que tuve razón. Dejé la primer semana del CBC de Derecho porque mis compañeros me resultaron infradotados y porque la visita a tribunales con una empleada de padre me desalentó para siempre. Entonces volví a la analista, que era bastante imbécil y no creo que haya ayudado demasiado, y también volví  al colegio, a rogarle a Sanguinetti que me dejara reincorporarme aunque las clases ya habían empezado. Por qué mis padres no me dijeron que no daba que fuera a esa entrevista con un jean con un agujero en el culo es un misterio. 

Como ese primer cuatrimestre todavía no sabía qué iba a estudiar (ojalá hubiera entendido algo de matemáticas porque la economía me parece una gran disciplina) decidí anotarme en alemán en el laboratorio de idiomas. Entonces seguía con inglés, piano y le sumaba alemán para continuar con el régimen de sobreocupación al que madre me había acostumbrado desde la infancia. Pero no entendía nada. De hecho, al margen de que en el segundo cuatrimestre, cuando no sé bien por qué me decidí por Letras,  tenía que cursar Filosofía y Semiología además de IPC y Sociedad y Estado, y estaba sobreocupada académicamente (más todas las materias del colegio) dejé sin pensarlo dos veces. El resultado fue nulo: no sé decir ni una oración. Ni siquiera puedo contar bien hasta diez.

Después, cuando ya laburaba en Los Inrocks, intenté con francés (también cursé dos niveles de lecto comprensión en la facu sin éxito porque al final rendí inglés y portugués libre). Iba al laboratorio dos veces por semana a las 8am en un acto de arrojo impensado para tener 21 años y salir como salía. De todas maneras, tampoco funcionó. No puedo leer en lengua original excepto que sea inglés y solo por trabajo porque si no me da una paja atómica.

Por otro lado, debería haber hecho Lingüística pero cuando me di cuenta ya era tarde, había optado por Teoría porque básicamente podías cursar casi cualquier cosa de cualquier carrera de la facultad y de otras facultades. Yo opté por Filo Antigua que nunca rendí y por Contemporánea que era promocionable. Además de la materia de Gonzáles de Sociales, a la que asistí dos veces e igual presenté un trabajo reciclado de un seminario de Vitagliano (de todas maneras lo había escrito yo). No sé por qué no hice Medieval y Moderna. Nada me gustaría más que poder cursarlas ahora. También cursé todas las Lingüísticas que no implicaban aprender a diferenciar fricativas de bilabiales y asuntos semejantes porque me era imposible. Pero la hecatombe real fue cuando me reprobaron dos veces Española II (injustamente ambas) y me arruinaron el promedio para siempre. Aunque, el verdadero trasfondo de todo es que en realidad solo pensaba en coger y así es imposible llegar a nada.

Por cierto, del docente de Contemporánea me enamoré (no puedo reponer su apellido, era petiso y gordo) pero no sé por qué no me dio bola, teníamos unos intercambios medio extraños y recuerdo que me decía Shylock por el mercader de Venecia. Un día me invitó a comer una pizza y me emborraché con cerveza. Chiquita... Solo recuerdo a Bergson dentro de los autores del programa (y creo que Simmel).

En fin. Ojalá hubiera sido seria como Susan Sontag pero resulté un muppet y aquí estoy.
Así las cosas.

3 comentarios:

Maggie dijo...

ídem con alemán, no pasé del primer trimestre.

ahhhh, SS! leíste Renacida, el primer volumen de sus diarios? la selección (y censura) está a cargo del hijo, lo q me jodió bastante... pero bueno, habrá q esperar años hasta q digitalicen los originales. Muy recomendable la lectura, me encantó la idea de SS inventándose/creándose a sí misma desde adolescente.

beso,

cronista sentimental dijo...

poco interesantes los diarios de susan, no? muy forzado todo. quizá sea por la censura filial de la que hablan -duro para un hijo leer eso, no?-- pero no estoy segura. me

JB dijo...

los diarios sí recortados y sí duro leer eso siendo hijo. igual me gustaron, algo de la honestidad siempre me interpela...

besos a ambas!