lunes, 4 de julio de 2011

una suburbana tarde gris de lunes

Hace horas que trabajo. Estuve en camisón hasta la mañana y aunque me rescaté bañándome, por primera vez en mucho tiempo, me puse calzas, remera de Mickey y pantuflas de chancho. Están mis tres hijos y dos adolescentes en la casa. El sol sigue sin salir. El antibiótico me dio acidez y a falta de deporte no me pega bien. Soy mi propia matrix, oh sí. Marido trabaja y no me llama. Podría decir que la soledad me pesa pero no sería del todo cierto. Hay algo de esto a lo que no puedo escapar. Ya cambiará.

Por lo demás, ayer marido hizo un lomo a la parrilla y unas papas rotas o rústicas al horno. Vinieron los A, comimos y vegetamos al son de la lluvia copiosa exterior y después, ya solos, miramos Limitless, pochoclera y con inserts demasiado grasas pero que me gustó (e interpeló, mal que me pese pero no voy a desarrollar). Espero que el antibiótico haga efecto porque no soporto más esta situación. El cuerpo pesa y duele. Creo que marido mañana se va a Guadalajara y vuelve el miércoles o el jueves. Ya se respira aire vacacional, los chicos vuelven temprano de la escuela y concomitantemente, en la casa todo se normalizó ahora que ya no está Dalia.

No leo más que por trabajo. Estoy quemada. Se acerca el viaje. Falta terminar cosas. Floto en la densidad de mi neurosis pero con cierta paz. A no pensar, diría mi hermich.

A no pensar.

Así las cosas.

1 comentario:

Berenice dijo...

me fui un mes, ando un poco perdida, quien es Dalia? o no es nuevo personaje?
x