eso fue lo más importante del día...resulta que tita está con el tema dientes por lo cual dormí de poco a nada, así que a la mañana die se encargo de vestir y llevar a simi al cole y yo recién amanecí tipo 9 y algo. computadora tomada, me hice un desa, hice un mini mini de gym en mi cuarto (tan mini que la celulitis sigue instaladísima), me bañé, me vestí y me dispuse a hacer yo misma, con mis propias manitas, milanesas de pollo que pipu había comprado el sábado.
olían horrible, demasiado a pollo pero como no soy muy experta decidí que era mi espíritu fifi el que estaba complotando contra la comida de este mismo día. les saqué la grasa, preparé la mezcla de huevo, leche, ajo y perejil y las fui poniendo ahí. en el medio le pregunté a pipu qué le parecía e insistía con que el pollo tiene ese olor. hablé con mi mamá, le conté y sólo atinó a decirme que tuviera cuidado. finalmente, ante tanta duda y luego de haber desgrasado dos kilos la llamé a bety a ver qué le parecía. coincidió conmigo en que el olor era demasiado fuerte.
entonces tomé la decisión aunque pipu me trató de ridícula. agarré las dos bandejitas y los papeles en los cuales decía el peso y se demostraba que las pechugas aplanadas no vencían hasta el 20 de septiembre, metí todas las milanesas enhuevadas en un tupper y partí hacia wal mart.
ni siquiera tuve que gritar. me hicieron esperar porque acá todo lleva más tiempo del que uno espera pero finalemente y sin chistar me devolvieron la plata y me repusieron el producto.
a veces el bien triunfa sobre el mal.
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