miércoles, 1 de diciembre de 2010

abrir y cerrar

En este caso blogs pero podría ser ciclos, etapas, sentimientos y uh, tantas otras cosas.

No tengo gran cosa para decirte. Acabo de llegar del super, tardo mil horas, voy con el bebé (me salió caprichoso y con un carácter de la chingada: miedo), lavé la camioneta que pedía a gritos un paso por agua y una aspiradora en su interior. Hay sol. No hace frío. Es diciembre. Oh. Oh oh oh. Diciembre. Amo diciembre eh. Es el mes de las vacaciones. No importa cuánto trabajes, en diciembre te sentís de vacaciones. Los últimos meses, como era de esperar, volaron. Entre mi cumpleaños y las fiestas no hay nada. A mí cambiar el calendario me gusta. No importa que sea una convención. Chupame. Prefiero pensar que algo sí se renueva, que algo cambia. Aunque hace días, muy lantente la sensación de que esto se está yendo demasiado rápido. Vi un viejito en la caja antes que yo y pensé que pasó tan rápido todo, tengo 33 y en lo mismo voy a ser cuasi una vieja. Me dio pena el señor, compró unas cositas, constrastaba enormemente con mi carro desbordante de frutas y verduras y mucho líquido para lavar ropa porque somos mil y cosas así. Y me vi, en años, pensando que tanto sufrimiento para nada. La hiper conciencia es inconducente ¿lo sabías?

Me fui a dormir pensando en algo que me ronda también hace días: uno debería hacer todo pensando en si lo pondría en sus memorias o no. Hablo de trascendencia, claro. Mis memorias no las va a leer nadie. ¿O le doy chance a la vida para que se ponga un poco más entretenida? Puede ser. Te cuento en treinta...

Por lo demás, ayer me quedé pelotudeando acá, en lugar de trabajar, claro. Aunque la tarde fue semi productiva. A mis pobres hijos los tengo abandonados. De repente me pasa, desconecto. Marido llegó tarde, justo cuando me empezaba a dar taquicardia porque el huevón dice que me mandó mail avisando que se iba a cenar con cliente pero a mí no me llegó nada. Sí, existiendo el tel: dudoso. Pero bueh. Supongo que cenó rico. Yo me clavé un pan con queixo cuando vi que no daba para más. A eso de las 10pm, tardísimo para mi gallinismo. ¿y qué más? Nada. Nada.

Ah sí, estaba guerrilla porque me indispuse. ¿Vuelo a mood divina? No lo creo. Soy, obviamente, mucho más diver cuando estoy en modo perra. Me había olvidado cuán mala podía ser. Pero tengo poco con quien compartir, ayer, por ejemplo, no vi a nadie. Aunque existe el chat: lo sabemos.


Bueno, guys. Antes de ponerme a trabajar, iré a leer un rato al sauna. Sí, soy una malcriada. A muchísimas honra. Ah y no, cuasi no me quejo. O me quejo MUY poco.

Así las cosas.
Así las cosas.

1 comentario:

LA RUSI RELOADED dijo...

a mi hace días me ronda la misma idea, cuando veo a un viejito, o mismo a mis viejos, pienso si ellos piensan para sí "qué rápido se me esta pasando"...trato igual que ese pensamiento no me invada porque si no me hundo, pero justo hace días que estoy con eso.