domingo, 5 de diciembre de 2010

patinadora sagrada

Volvimos en el auto escuchando Dance & dense denso, un disco que frecuentábamos mucho mucho antes de venir a vivir acá. A los chicos les copa. Cantamos Frijolero, Changüi a la chichona, etcétera. También nos copan algunas de Eternamiente. Cantamos. Se hace de noche en la ciudad. Se me va la tristeza y vuelve. Los coletazos de no haber estado. Me sorprende Santi con un mail detallado, una crónica que jamás pensé que iba a hacer y le digo que el año que viene, que los dos cumplimos 10 años de casados (cada uno con su correspondiente cónyuge, claro) deberíamos hacer fiesti entre nosotros. Ojalá. Sigo sin poder creer que no me haya tomado un avión y haya estado borracha y drogada con todos. En fin.
Nos levantamos tarde, hicimos desayuno, volvimos a la cama, garchamos con los gritos de los chicos del otro lado de la puerta. Nos bañamos y pasamos a buscar a hermich para ir a CU. La última vez, hace casi tres años, el MUAC todavía no estaba terminado. Cargamos la bici de Tita, la carreola del bebé y mis patines en la camioneta y allí fuimos. El MUAC es divino, vimos las obras rápido con Ale mientras marido y Coco se detenían un poco más, a Simi ya le da la edad, a los otros dos: no. Después pintaron con tinta china diluída y popotes mientras yo los miraba sentada desde unos cosos tipo sillones y el bebé corría por ahí. El lugar es espectacular. Después comimos en el restó de ahí abajo, en la terraza muy divina pero la comida bastante chota. La próxima vamos a Azul y Oro que es el restorán insignia de la UNAM. No se puede creer que sea un museo universitario. No se puede creer lo que son las instalaciones de la universidad pública y gratuita de México. Me engorgullece ser mexicana cuando veo cosas así (?). Después bajamos los rodados y esta vez patiné con mucha más seguridad y un outfit que me hizo acordar a la primera vez que vimos a Babasónicos en el Broadway, circa 1994, era el cumple de Pau y tocaban supongo que Pasto y dentro de la performance había una patinadora con un abrigo peludo. Y yo, que no me rescato nada, fui a patinar con jeans, un sueter sin mangas fucsia y mi abrigo peludo. Sí, no doy. Mi hijo mayor me dijo 8 veces que parecía un mono. No da que cuelgue foto porque es indigna! Pero el plan estuvo genial, después paramos a que se tomaran un helado, llegamos, los varones se bañaron, yo me conecté a la compu a hablar con amiguis y acá estoy, por irme a dormir. Tengo una semana a full, Luzma se siente mal y va a llegar tarde y después de un año de calma chicha, se me juntó todo justo ahora.
En fin, chicos. Me voy a dormir. Estoy knock out.
Así las cosas.
Patinar agota.

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