jueves, 16 de diciembre de 2010

los pre viajes: bueh

Estoy pensando en los premios BUEH que deberíamos entregar con coachie. Fue un año terrible en muchos sentidos y muy gracioso en otros, el chat fue un refugio increíble. Nos reímos en conjunto de nuestras miserias y ponemos los mejores sobrenombres del mundo. Coachie es todo. Al final no hicimos el podcast que pensaba colgar acá porque soy medio lela con la tech. Ya lo haremos. Quién dice, en Bs As. Altas ganas de calor. El frío me tiene las pelotas por el subsuelo. Marido está pésimo, de hecho, nunca lo vi así. Llegó ayer hecho una piltrafa, temblando y diciendo ay ay ay. No termino de armar la agenda, me da fiaca. Me estresa y con lo de ahora tengo suficiente. Además, marido en cama. Lo cuido como la esposa abnegada que no soy. Tita tampoco fue a la escuela porque no está del todo bien y no quiero que caiga. Ayer, Mariel y Luzma le hacían brebajes y pociones, antes estuvieron Ile y Xime. Todo tan distinto, todas pilas, con proyectos y con mil hijos. Porque nosotras, literalmente, te damos mil hijos. Está bueno, algo haremos juntas, la liga de las madre pro. Fue la despedida. En Bs As ya sé que el martes veo a Pau y a Marian, la otra parte del grupo disuelto. A todo esto, Mariel consiguió dpto, se muda la semana que viene. Al final, la vamos a extrañar, obvio. Me gusta el bardo en mi casa. Con marido llegó hermi, y después de despachar hijos, cuidar marido, etcétera, nos sentamos a hablar. Esa tendencia familiar a no enojarnos, es genética. Y la seguridad de la familia. Mientras hablábamos me di cuenta lo feliz que aprendí a ser. Yo, que conozco las profundidades del pozo, que tuve relaciones íntimas con la miseria más absoluta, de repente siento que puedo ver la vida con brillo y me parece tan increíble como que Bs As no es mi ciudad.

Somos muchos. Debería arrancar.

A todo esto, soñé que recibía mail ridículo de escritor mientras esperaba a mi marido que no llegaba (yo estaba con un carro lleno de compras de super) y en eso aparecía un grupo de militantes del PO entre los que estaba un compañero mío del colegio que ahí sigue y tomaba la palabra Rapo (de la sexta), se unían mediante una manta blanca (?) y también estaba Altamira presidiendo el encuentro. Sí, todo muy cualquiera. Mi inconciente no está atento a las prioridades.

En fin. creo que me quedaron un par de cositas más en el tintero. Tengo que comprar más tequila, teñirme, trabajar y cuidar a mi pobre maridet.


Buenos, chicos.
Así las cosas!

1 comentario:

LA RUSI RELOADED dijo...

aguanten las madres de familia con muchos hijos que nos la re bancamos!!!! cómo te quiero amiga, que sería de mí sin tí? no te vaiiiiias!!!