miércoles, 22 de junio de 2005

me encantaría

contar un montón de cosas lindas, excitantes, alegres, emotivas, aventuras reales o intelectuales, me encantaría decir que el verano se vino con todo, que el calor me exaltó las hormonas, que no puedo parar de saltar por la alegría de saber que falta poco que ya casi estoy ahí pero qué pena irse del veranito al frío porteño

todo eso me gustaría decir pero al margen de que aún sigo un poco dormida, sería imposible que contara todo eso, hace frío, sí señores, está gris y hace frío porque en esta ciudad inexplicable la época estival es así, está gris, gris oscuro sin esperanzas de clarear, cero musculosa, cero ojotas, cero ganas de tomarse un helado, no chicos, hace un frío puto, se acabó lo que se daba, nada de soñar con ponerse una bikini para tomar sol en el jardín, no cero, cualquiera, señores, busquen sus abrigos y salgan a la vida, si es que tienen una (no es el caso)

pero yo, no nada de depre, por fin descansé después de mucho tiempo, a pesar de que tita anda con unos terribles y raros dolores de panza, yo descansé, tanto que ni siquiera me levanté a desayunar con die, después de un ataque de besos de mis dos hombres, ellos se bañaron y vistieron y yo volví a caer, con el sueño pesado de la mañana hasta que die vino a despedirse, besarme y alertarme (vez número mil) sobre la necesidad de darle a carmen, que hoy viaja a buenos aires, lo que tengo que darle

en fin

así que ahora, luego de desayunar en la paz del comedor diario, sin simi diciéndome mamá mamá, estoy acá, en camisón frente a mi laptop, con una suerte de paz interior, con pocas ganas de hacer bicicleta pero con la intención de hacerlo

y puedo contar que ayer no salí de mi casa, excepto para buscar a simón, lo que en rigor no cuenta, que hace semanas que no veo calles de verdad, de barrios de verdad, con gente de verdad, que cris lo pasó a buscar a simi y se lo llevó a comer a su casa y fue un respiro hermoso, una paz repentina y no esperada de esas a las que ya me desacostumbré y que después pasó carmen a tomarse un té, vino lisa a checar sus mails después cris a traer a simi y finalmente nos quedamos charlando las cuatro hasta las 8 y estuvo bien. en el medio hablé con maru, mi amiga maru, tan divina, tan fresca tan todo tan distinta a cualquier amiga que pueda tener acá porque como mis amigas de allá imposible encontrar y ella que me pregunta qué hacés ahí y yo que no sé qué responder porque la verdad es que tampoco sé, qué quieren que les diga, perduro porque eso es lo que hago, perdurar y bueno, mejor que me ponga a hacer las cosas que tengo que hacer (me acabo de acordar de la boleta de luz por dios qué hueva) y deje de escribir las obviedades que ya todos conocen

pero lo bueno, lo verdadermanete bueno es que dormí bien y estoy como anestesiada, como que nada me importa excepto la certeza de que en 10 días voy a estar en envuelta en el mismo clima porteño invernal pero rodeada de mi gente

entonces, sólo me queda esperar

bye

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