domingo, 25 de enero de 2009

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Hace un rato llegué del club con Roberta y Carlos. Diego vendrá en algún momento con Simón y dos amigas. Ya descongelé cuatro bifes, corté tomate, aguacate, abrí una bolsa de chauchas (yo nunca compro verdura congelada pero estaban en el freezer hacía demasiado tiempo producto de una incursión de mi marido al super), puse la mesa, hice cous cous, saqué la plancha y dos filetitos de pescado que tengo que cocinar sí o sí. Tita no se siente bien y se pone pesada, ahora come queso panela mirando tele, Carlos está sentado al sol en el jardín y yo en una posición incomodísima frente a mi compu. Sigo muy mal de la panza, vomito sangre, me duelen las encías. Estoy cansada porque dormí poco pero el clima me buen humora. Pienso desde ayer en que mi umbral de tolerancia hacia la estupidez está en sus niveles más bajos, no tolero escuchar ciertas cosas, perdí la paciencia. Puede que sea el embarazo. O mi yo que con el tiempo empeora.
A la noche fue el cumple de Ile, la pasé muy bien porque fue como un reencuentro, todas en una misma situación. Me dormí a eso de las dos con el final del partido de Federer. Amo mirar tenis por televisión. Pero seis horas de sueño no alcanzan para nada. Decía del cumpleaños que por suerte fui, mi estado calamitoso hace que casi me quede en casa. Muchas ganas de reptar todo el día. En cambio, mucho poner y sacar mesa y lavar platos. Es la vida que me alcanza. Así de inconexa ando. Perdón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

te leo y te siento super angustiada...me ofrezco a visitarte,..cahralr..tomar un te , jugar con tus hijos...hacernos amigas
La _lectora_@hotmail.com
saludos