sábado, 3 de enero de 2009

méxico me mata más que nunca

ayer a las dos de la tarde estábamos ya en casa y a esa misma hora me tiré en la cama bajo una frazada, después de derramar un par de lágrimas me dormí y así, con interrupciones varias, hasta las siete de la mañana de hoy. nos quedamos acá todo el día, ordenamos todo lo que teníamos tirado y más y nos propusimos- en lo personal no hice lista este año- ser más ordenados y ponernos media pila con ciertas cosas.

ya extraño buenos aires y me siento muy sola. extraño MUCHO caminar por la calle, el calorcito (nos tocó un clima excepcional) y la certeza de tener programas con amigos casi todo el tiempo. los amigos que van mutando. la familia que tanto molesta a diego y para nada disimula. en buenos aires siento angustia existencial bastante seguido, en méxico había logrado combatirla pero también volvió, es sábado a la noche y siento el hueco inminente que trae la oscuridad temprana y la certeza de que no hay nada bueno por delante. el para qué que volvió con bríos renovados.

disfruté del viaje como nunca y tengo la certeza de que buenos aires es mi lugar y que me hastié de mi vida acá. no es la ciudad, es mi vida en ella que ya no tengo forma de cambiar. empieza el año y como ya dije no tengo propósitos. me siento chata y vacía. me siento tan básica últimamente. no creo que sea condición necesaria el ser especial para llegar a la felicidad pero la conexión con la vida y los intereses hacen a que todo sea más fácil y fluya mejor.

acepto sugerencias para este año que comienza porque estoy completamente negada. ahora leo un libro mientras tita mira un rato de tele. diego lo llevó más temprano al coco a andar en bici y ahora se fueron al club. no es una buena hora para quedarse sola pero no dije nada. en un rato cocinaré. el día se me hizo eterno como todos los días de mi vida acá.

igual prometo ponerle garra.

así las cosas, rutinarias.

2 comentarios:

Morocha dijo...

"Hemos olvidado que nuestra única meta es vivir y que vivir lo hacemos cada día y que en todas las horas de la jornada alcanzamos nuestras verdadera meta si vivimos... Los días son frutos y nuestro papel es comerlos".

Jean Giono
(1895-1970) Escritor francés

Quién sabe Ju, los grandes propósitos, como los que suelen pautarse cada cambio de año, no siempre son los mejores compañeros. Los chiquitos, pero concretables, y sobre todo divertidos (ojo, no digo irreales ni "evadidores", si no con ondita), ayudan mucho más, creo yo.

Vayan un gran abrazo findeañero y que el panorama mejore.

Cariños

Unknown dijo...

Realmente si yo tuviera tu capacidad de expresar los sentimientos con la frescura y espontaneidad que lo haces escribiria un libro y estoy seguro que seria un gran exito