domingo, 4 de enero de 2009

con terrible dolor de capocha

diego me cagó a gritos en el club después de que lo esperé TRES horas a que jugara dos partidos de tenis terminé yéndome con roberta, llorando con tal nivel de desconsuelo que una señora me paró en las escaleras para preguntarme si estaba bien. lloraba con ruido, una panza y una nena de la mano. me tiré en la cama y me quedé dormida, a la hora y media llamé a diego y a las dos horas estaba de vuelta con simón, yo había hecho hamburguesas, cortado tomate y aguacate y puesto la mesa. después, llevé a simi a lo de un vecino y diego y yo miramos cartas de iwo jima, claramente no me levantó el ánimo.

me desperté antes de las siete y a las siete y media estaba terminando mi libro. después del desayuno empecé uno de fogwill que compramos en la boutique del libro y me temo que me quedé muy corta con el material de lectura adquirido. en el club leí un rato más, hice 18 minutos de bici pero me bajé por dolores de embarazo. después vegeté en la reposera primera y en el pasto mientras tita jugaba después.

a pesar de que me da miedo y fiaca (sobre todo por la cantidad de objetos que pueden llegar a acumularse y la profusión de objetos me produce una angustia inigualable) pienso que voy a disfrutar mucho cuando mis hijos sean más grandes. aunque parezca raro los prefiero crecidos, te charlan, te cuentan cosas, compartís intereses. me gusta platicar con simón. espero no caerles mal demasiado rápido. confieso que en este momento quiero que se duerman de inmediato, los días son muy largos y todos muy pegados con poco contacto con el exterior.

hice polenta que comimos con el coco. diego prefirió sopa de lentejas a la mexicana campbell y roberta banana con dulce de leche.

quisiera que este año no fuera tan triste como su comienzo.

1 comentario:

Vivi dijo...

si juliet, lo vas a disfrutar un montón, mi mamá tiene tres hijos y cada reunión es como una fiesta, no te aburris nunca!