lunes, 26 de enero de 2009

vivir cansada

Me quedé dormida a las nueve sobre el hombro de mi marido y en un acto de dignidad, y antes de terminar de babosearle la camisa, me acosté. Dormí pésimo. Me despierto seguido, muchos sueños (algunos eróticos, cosa que no me pasa nunca, es la gravidez), algunos dolores (la pelvis pareciera estar siendo abierta con un cricket para camiones y tengo una contractura en la cintura que me impide ciertos movimientos), algunas contracciones. Hacer desayuno para todos, lunch, sacar la mesa. Me tiré unos minutos en la cama y luego me bañé y vestí y partimos con Carlos (suegro) a los super. Primero Wal mart y después Costo. Buscar infructuosamente una jarra eléctrica. También pasamos por la Comercial Mexicana y Home&More pero inhallable. Parece que compraremos la pava (también eléctrica) de Wal Mart. Ahora buscar a los chicos en la escuela, Carlos se queda con Diego y yo subo a la tranquilidad de la plaza, saldremos con los chicos después de la tarea. El bebé sigue sin nombre y moviéndose a lo loco. Como bien titulé, vivo agotada, no sé bien qué me pasa. Está clarísimo que los embarazos no son mi estado ideal pero desearía un poco menos de cansancio. Diego con angustia leve que me contagia, algunas desilusiones laborales tal vez. No quiero pensar en el futuro, no quiero preocuparme, estaba muy tranquila hasta hace un rato.

La vida es una lucha permanente. Pero el sol hace que todo tenga mejor color.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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