martes, 21 de abril de 2009

nada de nada...NADA!

A la noche unas contracciones perdidas. Hice las galles, laburé un rato más y me tiré a boludear en el sillón. Diego llegó temprano para ayudar a Simi con la tarea porque era sobre qué hacen los padres, de trabajo, claro. Yo me senté ahí, acosté a los chicos que dan vueltas y vueltas y tardan en dormirse (claro que a las ocho y cuarto ya no se escucha ni un murmuro) y después cenamos, Diego se hizo una pechuga con verduras y yo reciclé unos fideos que había dejado para el after school de hoy pero, teniendo en cuenta la suspensión, me vinieron perfecto. Me siento demasiado bien del embarazo. Del resto, pésimo.

Tuve la mala suerte de contagiarme el resfrío de mi marido. Me duele mucho la cabeza, ayer fue una tortura y hoy viene peor. Ese moco interno que no te deja en paz. No dormí nada bien. Entre el resfrío y molestias de la panza y un ridículo sueño en el que unas personas que se habían escapado de Polonia (Diego entre ellos), confesaban que ahí en realidad eran perros... y en este otro lado (no sé bien qué lado, eh), eran humanos intelectualmente competentes. Un cualquierismo producto del trabajo y de otros pensamientos aledaños.

A la mañana, no me quería despertar. Roberta con su forma de lamento boliviano, decidiendo qué ponerse. Simón llorando porque se le deshizo el dobladillo al pantalón del uniforme de gimnasia, después con que no le mando nada de tomar (cosa que me dijo él, luego de que le suspendiera los jugos por exceso de azúcar y pasara a mandarle agua sola). Roberta lloró porque el buzo que le bajé no tenía bolsillo y yo, luego de tomarme mi jugo de naranja y de comer mi tostada, me retiré, antes de que partieran, hastiada de tanta queja

Ahora pienso ponerme cualquier cosa y salir a caminar un rato. Hoy no me toca super ni tengo ninguna actividad esforzada y Diego no quiso garchar. Buscaré a los chicos y a la tarde los llevaré a sus actividades en el club. Mientras, tengo que trabajar.

Mi mamá llega el viernes. Pensé que ni en pedo iba a estar para el parto, pero obviamente, me vengo equivocando seguido. Esto viene con delay.

Excepto por el resfrío, que me tiene a muy mal traer, te diría que me siento casi mejor que nunca.

Así de leeeentas las cosas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

el tercero siempre atrasa.