viernes, 8 de mayo de 2009

muy mal humor y desamparo

No sé por qué carajos se me borran los post...

Me levanté cansada y triste. Muy triste y muy cansada, acumulado de ayer.

En la soledad del hogar, me bañé, laburé, alimenté a Milo, mandé el informe, después llegaron todos, salí al parque, vinieron luego Marian y Paty, tomamos el té con madre, después vino Maia, luego Lau que vino a traer a Tita con los chicos y se quedaron, después Walter, al rato Diego y bastante más tarde Gass. Armé con la ayuda de madre una cena improvisada, mezcladito. Por suerte madre había hecho unas croquetas de papa, tenía un cacho de jamón serrano, tomatitos secos, corazones de alcachofas, unas tostadas sanísimas y algo más. Finalmente entre alimento de bebé y esas cosas, me dormí después de las doce y media. Mi marido, que siempre es tan considerado y buena onda, tuvo a bien enojarse porque no le gustó el tono en el que le pedí que cambiara a Camilo. Siempre lo mismo, si le pido porque no le gusta cómo se lo pido y si no, porque no le pido. Su mal humor y su falta absoluta de registro de las situaciones está en el mismo nivel de siempre y yo me siento profundamente triste y sola. Eso sí: acostumbrada.

Camilo duerme en el huevo y los chicos dan vueltas por ahí, pareciera que se terminó el tiempo suspendido y empieza la vida real. No sé cómo haré pero por lo menos volveremos a la normalidad.

Madre nos hizo unos regalos divinos, el baby también recibió los suyos ayer y mañana llega padre. El domingo es el día de la madre, a la mía no podré comprarle nada, dadas mis circunstancias, excepto que me vaya mañana en una escapada. Yo no quiero absolutamente nada, con 15 kilos de más, no dan ganas de recibir regalos, tampoco me haría ilusiones conociendo el paño, pero esta vez, mejor. Realmente no quiero nada y menos algo que no me interese.

En fin, así de amargadas las cosas.

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