martes, 5 de mayo de 2009

pero la angustia...

Camilo es un verdadero sol, el nacimiento fue una felicidad y transmite una paz que pocas veces vi. La casa está linda, cambiamos la mesa del comedor, pusimos la que estaba en la sala de juntas de la oficina, previo relaqueado blanco, es enorme pero queda bien, la de mármol la pasamos a la cocina y finalmente hicimos el mueble de los chicos y pintamos de blanco los que ya teníamos de Simón que eran celeste y verde. Roberta ahí va con su angina, Simón está complicado pero tiene el don de que la gente lo quiera, todos los adoptan y si les resulta pesado, no me lo dicen. Mi madre me ayuda en todo y está con el mejor ánimo.

Pero.

Pero.

Angustia existencial.

Familiar.

Una sensación de no future que no puedo describir bien y tampoco quiero, ahondar en esos sentimientos no es productivo ni conducente y quiero ser agradecida en la vida. Debo.

Un poco tendrá que ver con la falta de proyectos, de cambios posibles. El mundo que es un kilombo. El calor (tengo muy relacionada la angustia existencial con el calor, no sé bien por qué).

En fin.

Ya salí a caminar, me crucé con una vecina que no veía hacía más de un año y sus cuatro hijos, caminamos juntas y ahora se llevó a Coco un rato. Yo me siento bien pero me duele mucho la pelvis, es la primera vez que me dura tanto un malestar después del parto, no sé si son los kilos de más, la edad o que es el tercero.

Todo puede ser.

Pareciera que el mundo necesita una dosis de alegría. ¿O sólo soy yo?

Así las cosas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no, no sos solo vos.. comparto plenamente

Anónimo dijo...

no olvides que la pelvis hace un gran esfuerzo en el parto, por eso duele, si no mejoras consulta y ya...