miércoles, 3 de noviembre de 2010

la congoja

Es algo complicada de definir, es el nudo en el pecho como la angustia pero con un motivo externo, por ejemplo. Es la conciencia del error, el arrepentimiento hecho carne. Igual, como diría coachie, todo se pasa y al final no tiene importancia. El 2010 fue un año duro, trabado, en relación a los otros. A mí no me había pasado antes, al menos no de manera tan ostensible. La gente entra y sale de la propia vida con o sin anuencia de uno mismo. Algunos ya no estaban hacía rato o no tienen nada que hacer y hay personas a las que nos cuesta dejar ir del todo. A mí me pasa, me gusta saber que las relaciones permanecen en el tiempo aunque sean de una forma latente, silenciona, lejana. Supongo que es falaza. La adultez no es eso. Es definición. Son tiempos de movimiento, de certezas y confusiones. Hay cosas que te alejan de los demás, hay errores también, claro. Por estupidez. Pero ni modo, hay cosas que no se arreglan a pesar de mí.
El horario de invierno es genial. A mí, que soy del tipo gallináceo, acostarme temprano y que amanezca a las 6.30am me parece estupendo. Me despierto pilas para empezar el día temprano. Ahora, de hecho, iré al super con Milo, después gym y después work. Empezar la semana el miércoles enrarece. El huequito acá de todas maneras no abandona. Mi psico no me rebookeó, ¿qué onda? ¿Piensa dejarme 3 semanas así, sin más?
Bueno, me voy con mi congoja a otra parte.
Así las cosas.
Así.

1 comentario:

Penelope dijo...

A mí me pasa, me gusta saber que las relaciones permanecen en el tiempo aunque sean de una forma latente, silenciona, lejana.

que lindo lo que escribiste julieta, a mi me pasa eso justamente