miércoles, 24 de noviembre de 2010

Queridos hijos,

mi amor es profundo e infinito pero en tardes noche como hoy, sinceramente, nos los soporto. Aunque sean la razón de mi existir y las madres somos incondicionales, sepan que deberían controlarse un poco. A mamá se le hace caso y si dice: salí de la ducha, los niños salen de la ducha. Sí, hijita, a vos te digo, mi amor. BASTA. Por favor, no tires más de la piola porque sacás lo peor de mí. Leche con Nesquik a las 7pm, NO. Soy arbitraria, gritona, malhumorada y muchos otros etcéteras. Bueno, sólo por hoy pero si el arito se te clavó en la oreja hay que sacarlo sí o sí, te duela o no. Basta de llanto, de queja, de grito. En breve acostaré bebé y correré a cenar con Flor y con Ale marido tiene noche ocupada. El encierro no estaría funcionando.

Bueno, chicos.
Eso.
Al borde borde del ataque de nervios.
Si es que no estoy en el ojo del huracán.
Así las cosas.

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