lunes, 15 de noviembre de 2010

terminé un libro y no quiero dormir

Quisiera seguir leyendo, creo que me pasaba de chica.

Hoy empecé y terminé Una idea genial y me gustó mucho. Inés parece haberse caído de un ovni y es tan natural y genuina su artificialidad que al margen de la anécdota, conmueve. Mientras lo leía pensaba: qué chica tan especial. No pude dejar de contrastarme conmigo misma que soy tan tan normal. En el sentido más estricto del término pero no tengo ganas de definir. Estoy un poco loca porque no tengo melita pero nada más. Después soy verdaderamente promedio. Pero lean el libro porque vale la pena.

Creo que voy a seguir leyendo Habíamos ganado la guerra aunque mañana suena el despertador a las 6.40am pero dormí tanto las noches anteriores que debo tener reservas de sueño. Hace días que quería decir lo hiper genio que es marido en materia gastronómica. El día de mi cumple asó unas cebollas que no comió nadie y también hizo un pesto que no tuvo mucho éxito pero al día siguiente hizo una pasta con las cebollas, como una compota dulzona, procesada que tiene un gustito ahumado muy groso. Se hizo un sandwich en pan árabe con el lomito casi crudo, brie, rúcula, tomates disecados y sus dos preparaciones. Yo como todo así nomás porque no me gustan los sabores demasiado elaborados, yo soy muy básica en todos los mundos: para coger, para comer, para leer. Nunca fui sofisticada. Pero no me trauma, me alivia en un punto. Quereme como soy. También hago chistecitos básicos pero soy semi graciosa.

También quería decir que estoy muy orgullosa de marido porque es un ser bueno y generoso y para nada mezquino y no lo digo por mí, lo digo por lo que hace por todo el mundo, por sus buenas acciones desinteresadas. Mundo: sabelo. Ahora duerme, sin roncar y yo me la paso abrazándolo y dándole besos cuando bajo de Babia.

En fin.
Así las cosas, chicos.
 Que sueñen con los angelitos.

No hay comentarios.: