domingo, 15 de mayo de 2005

historias de telos III

en realidad, ojalá hubiera sido un telo, porque esta historia en realidad transcurre en un horrible hotel del centro...

cuando tenía 19 años trabajé un mes de cadeta en una empresa de...bue, era como de unas máquinas que se usan para hacer stock en los supermercados...en fin, yo recién empezaba la carrera y a toda costa quería trabajar así que acepté el desafío de cadetear por el centro (de más está decir que no cuajaba demasiado, recuerdo un día en el que me puse mi mushcu perra, así llamada por los efectos que solía causar, con un pescador en pana violeta, sí, sí, sin comentarios)...bueno, la cuestión es que ahí trabaja un chico que por ese entonces debía tener 32 y estaba casado, oh casualidad, con una licenciada en letras...teníamos como una buena onda...terminó mi mes de trabajo y yo encantada me retiré (en ese entonces fue cuando empecé a odiar al rubro secretarias, ese poder pedorro que creen manejar)...

unos dos años y medio después, un día en la facu, me reencontré con este buen muchacho...demás está decir que no era un galán de hollywood (ya se sabe que mi especialidad siempre fueron los feuchos)...bue, la cuestión es que él intentaba estudiar filo y se estaba separando...ese mismo día y ahí nomás, en una mesa de platón (yo llegando tarde a una clase, para variar- una vez alguien me dijo que me había visto en puan afilando paredes, vergonzoso-) nos dimos unos besos...yo me iba unos días con mis viejos a brasil así que quedó todo ahí...bueno, me estoy extendiendo...

la cuestión es que no sé cuánto tiempo después tuvimos una cita, fuimos a ver a corrientes Los amantes del círculo polar y después a comer a guerrin (mmmmmm) y después, sí, a ese hotel horrible de por ahí...la cuestión es que (no sé si fue exactamente esa vez pero para el caso es lo mismo) resulta que después de todo, el pibe se dio media vuelta y se quedó dormido y yo...yo, para variar, me angustié...entonces, luego de hacer todos los esfuerzos posibles por despertarlo sin que se entere de que quería despertarlo, me vestí sigilosamente, escribí una nota en un papel, dejé creo que unos diez pesos sobre la nota y ya estaba yéndome, de verdad, casi casi en la puerta, cuando se despertó...

en fin...imaginen su indignación al darse cuenta de que mi plan era irme y dejarlo durmiendo solo, en el hotel de una estrella, en pleno centro...

mis amigas se rierob durante semanas de mi imagen yéndome en puntas de pie

demás está decir que la relación no prosperó, que de hecho, esa fue la última vez que nos salimos...sin embargo, es de esos pibes con los que salí y que por alguna extraña razón siguen siempre queriéndome ver, como para tomar un café...

las realciones humanas, son sin lugar a dudas, un enorme misterio

y yo siempre fui un aparato

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