martes, 2 de agosto de 2005

en el horno

así estoy, que no me aguanto, que casi no puedo respirar, que no sé qué mierda hacer

ni desayunar pude, di dos mordiscos a la tostada y al segundo quise ir a escupirlo, no soy de esas a las que se les cierra el estómago pero parece que siempre uno puede cambiar (no poder comer es verdaderamente horrible prefiero mil veces ser una gordis feliz)

emelía no sirve para nada, nunca trabajó, la pobre tubo hidrocefalía mientras estaba embarazada y yo no sé si no quedó un poco fallada...

la cuestión es que llamó susana, su prima que es quien la trajo y yo un poco le dije que no servía (de hecho mi cama la tuve que hacer yo) y habló con ella y al rato me la encuentro llorando en el lavadero, como si a mí problemas no me faltaran

cuestión que me eché todo un discurso sobre la voluntad y la iniciativa, que el trabajo se aprende (reconozco que yo no sé hacer nada de nada, la cama siempre me queda pésima, que parece que la hizo una manca -exponente que también tuve trabajando en casa, no sé si recuerdan) y decidimos darnos otra oportunidad, así que lista de lo que se tiene que hacer y ver un cambio de actitud, de todas maneras hoy no puedo tomar ninguna decisión de nada

casi no dormí, dormité hasta las dos de la mañana, en ese momento me levanté a darle de comer a tita y hasta las 4 y media no pude dormir, después caí profunda hasta las 7

es un día crucial y el cielo está gris topo, no me quedó otra que vestirme de negro, con botas y todo (parece mentira que sea pleno verano, las montañas son un fenómeno imposible de entender) y esperar a que diego llegue

las tragedias son otra cosa, esto es sólo un muy mal momento

sólo que preferiría no tener que pasarlo

en fin

volveré luego
byeeeeeee

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