belicosa

hoy hice reclamos sobre 4 productos con precios equivocados en el super. logré, con toda la razón de mi lado, que me devolvieran dinero y gesticulé mucho, presa de la indignación que tanto me gusta representar.

un par de horas después, discutí con todos los empleados de la gasolinera que vinieron a increparme.

pero en lugar de estar más tranquila tengo un nudo atorado en el esternón que no sé como desatar (busco trabajo por internet pero eso tampoco ayuda por los inexistentes resultados).

y así, la tarde va pasando entre la nada y la nada.