jueves, 17 de abril de 2008

hora libre

desde que vivo acá acuesto a mis hijos a las siete y media de la noche, al más rancio estilo gringo. cuando simón era más chico y me contaban eso, me parecía una crueldad. cómo que los padres no los ven al final del día? cómo a las siete y media? y a qué hora cenan?

mis hijos comen algo liviano a las siete, se lavan los dientes y les leo el cuento (uno a cada uno). después de eso, no tienen permiso de salir del cuarto pero sí de hacer lo que quieran ahí. esto es nuevo y se ajusta al horario de verano que tanto altera las rutinas (ellos no se duermen y yo no me despierto).

siendo las ocho y diez los escucho jugando al restorán y me dan una ternura infinita, después de haberlos querido regalar durante todo el día, ahora puedo conectarme con eso por lo cual uno se decide a tenerlos

igual, también estaría muy contenta si de una buena vez se deciden a dormir y me dejan ver mi peli en paz.

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