lunes, 7 de abril de 2008

cambio de hora

fue ayer. adelantamos los relojes y nos robaron una hora del día. por eso salí corriendo con los chicos a hacer la clase de pilates. después nadé mientras ellos chapoteaban y me ardí por no ponerme protector. todavía me duele el cuerpo, del ejercicio y del sol. pau y yo compramos cosas en el costco y los varones miraron el partido de river. comimos, yo muy por demás y después larveamos en la sala de tele. los chicos no se querían dormir. simón se levantó hoy preguntando cuándo volvía la hora a la normalidad y yo me reí, sin embargo, también quisiera evitar el horario de verano porque no me gusta. me gusta levantarme y que sea pleno día y que a las siete ya esté oscureciendo, lo considero lo natural. ahora en cambio...ahora, una angustia horrible de esas que no te dejan hacer nada. sufro. me retrotrae a la escuela sencundaria, a mis veintipico y a hace dos años y medio, cuando el cielo se derrumbó sobre nuestras cabezas (por tutatis!). no lo puedo evitar, no hay razón que me neutralice la sensación catastrófica y apocalíptica que tengo. no hay, tampoco, en la realidad hechos objetivos que me ayuden. difícil la vida.

y, encima, muerta de sueño mal. no quiero hacer otra cosa que dormir y si fuera posible, un par de semanas completas.

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