viernes, 4 de abril de 2008

hay días en que tengo el firme proposito de bajar el perfil

lo juro. pero son esos mismos días en los que sin darme cuenta, hago las cosas más rídiculas en un ámbito que no da.

por ejemplo, voy al club con mis calzas negras y mi musculosa rosa sin corpiño. me gustaría decirles: chicos, no tengo tetas esa es la verdad, entonces, no hagamos la pantomima de sostener algo que no existe. sí, no uso corpiño para hacer gym. sólo lo uso en la vida cotidiana para disimular la miseria aunque por un tiempo me alejé de esa preocupación y me siento bien así. la cosa es que esos mismos días resulta que el shuffle pone en mi camino mano negra y yo, porque realmente me sale, bailo sobre la elíptica como una loca sacada, moviendo las manos y la cadera con grandes riesgos de caerme y cuando salgo de mi trance veo miradas de estupor. esto me pasó, realmente, más de una vez. después también voy a las clases de baile (no puedo decirles los nombres porque me superan, ayer hice una de reggeaton, hay zumba, etcétera), me pongo en primera fila-no veo muy bien si no- con mis musculosas de colores y mis shorts y bailo poniendo caras, marcando los movimientos pero con menos gracia que un gorila (el promedio de edad de las mujeres de alrededor es de 50). después voy a buscar a simi al cole y obviamente mis atuendos nada tienen que ver con los del resto de las madres. igual, soy simpática y saludo emocinada-supongo que más de lo que debería pero así me sale.

entonces, otros días, intento neutralizar y me visto de negro y tengo el gesto adusto y me mantego callada. y ahí sí puede que logre mi objetivo de bajar el perfil y ser un poco más "normal" según las reglas del círculo en el que me muevo pero como es de esperar, me dura sólo un rato y después vuelvo a ser yo. ni más ni menos. así, como puedo.

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