lunes, 10 de noviembre de 2008

¿cuánta comida chatarra podés ingerir en un día?

esto de hacer vida de señora desocupada, claramente engorda. sobre todo, si salís de paseo con tu papá. fuimos a comprar el remedio mágico para ver si lograba estar mejor y después enfilamos hacia el antara, shopping cheto tipo bal harbour pero de este lado del río bravo, en donde primero me clavé un frapuchino de starbucks, uno tipo nuts no sé qué, merda estacional navideña porque acá ya empezamos con las bolas y los arbolitos y adornos colorados por todos lados, horrible por cierto, últimamente no le pego bien a mis pedidos en el café cadena. después elegimos unos anteojos nuevos para mi estropeado rostro (por los granos y la hinchazón o gordura para ser más rigurosos), lindos, livianos, regalo de cumpleaños, sólo queda ver si a diego le gustan para mandar a hacer los cristales en algún lugar más económico porque ahí salían más caros que el marco mismo. cuando bajábamos para buscar un regalo para mi madre, nos encontramos, muy de casualidad, con amiga de madre y marido que viven en bahía blanca y que no sabíamos si íbamos a poder ver en su breve estadía en el df. finalmente nos sentamos 15 minutos a charlar y de ahí nos fuimos corriendo, sin ningún tipo de regalo, a buscar a tita al colegio. de allí fuimos a buscar a simón, ir con mi padre hace todo menos cansador ya que él baja mientras yo espero en el auto, si fuera así todos los días estaría mil veces menos agotada de lo que estoy siempre. y entonces, partimos hacia mc donalds porque mi padre le había prometido el programa a mis hijos (que por lo general sólo comen esa porquería cuando vienen abuelos de visita). comí un bic mac on papas fritas y cucharié del sundae de mi papá (se lo pidió con chocolate y dulce de leche, es obvio que la chanchada me corre por los genes) y ahora deseo morir. intenté escribir un pequeño cuentito (quiero reflotar, ahora que estoy al pedo en la vida, mis cuentos para niños pero necesitaría un editor por lo cual si alguien se ofrece, será más que bien recibido) que me quedó como el orto y que hoy no estoy en condiciones de revisar pero mañana será otro día y lo encararé con menos grasa corriéndome por la sangre.

estas son mis novedades. cuenta regresiva para los 31. qué fiaca ser mayor, qué fiaca atroz.

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