jueves, 6 de noviembre de 2008

una madrugada de insomnio puede terminar de liquidarte

declaro depresión. no me importa lo que digan, ni que me den consejos ni nada. en este momento no voy a tomar medidas, en un mes me voy tres semanas a bs as y cuando vuelva veré. no trabajar me está quemando el coco. en realidad, lo que me está socavando la entereza de a poco pero con constancia, es el malestar físico. y el suburbio. estoy tan hastiada. no te das una idea. de estar acá, encerrada, tirada en la cama, bajo una frazada, mirando el gourmet. de buscar y llevar niños, no entiendo, cómo yo hago esto? yo, de verdad, lo detesto, posta. no nací para dedicarme a llevar y traer hijos a actividades, lo odio con toda mi alma y sin embargo. sin embargo. el suburbio ni te cuento, ayer me di cuenta mientras volvía de llevar a simón a piano. antes los había llevado a nadar al club con éxito menos que relativo. ese club. esta ciudad. y su no ser pro para tantas cosas. y eso que no había ido a las escuelas, diego me hizo el favor de buscarlos él y luego también de buscarlo a simón en la clase. que si no.

entonces, no gastar energías y pasarse el día tirada en la cama hace que a las 3 y media o 4 de la mañana, cuando discutís con tu hija porque se pasó a la cama matrimonial y no se quiere ir, no lográs volver a dormirte luego de negociaciones y amenazas. y pensás mucho más de lo que deberías. cosas repetidas como: sos una cobarde y una inútil. hace diez años considerás que deberías escribir artículos y hace diez años que te morís del miedo y por eso dejás escapar las poquitísimas oportunidades que se te presentan. una verdadera pena. sólo para vos. y tu, tal vez, ridícula convicción. pensás que te vas a volver loca sin trabajar, encontrás, en el duermevela, el lugar perfecto y te considerás la persona que necesitan porque en tres años aprendiste a hacer algo muy concreto y que contrariamente a lo que cualquiera pudiera pensar, te gusta. sí, te gusta, aunque sea mecánico y no tenga ni un ápice de creatividad o de onda.

por otro lado, también sopesás la posibilidad de que el amor no vuelva nunca más. es una posibilidad real basada en un perdón que tampoco estás segura de ser capaz de otorgar. aunque al otro no le importe tu perdón ni lo que te pase, porque esa también es una realidad, mucha mucha soledad. y todo por tu culpa.

en fin. conclusión: no estoy contenta. no quiero vivir más en el suburbio aunque sé perfectamente por qué lo hago. no quiero ser más chofer de mis hijos, no nací para eso, no lo disfruto y necesito CON URGENCIA, un trabajo de medio tiempo.

por el momento, en cuanto junte fuerzas me bañaré. llamaré a los del service del microondas por cuarta vez para rumiar mi malhumor por su ineptitud e intentaré hacer cosas como depilarme y pintarme las uñas y buscar unos aros porque estar un poco más linda tal vez me ayude. quién sabe.

así las cosas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

el insomnio y el desamor juntos son cosas complicadas.

Vivi dijo...

yo tampoco podría perdonar!
pero vos por que tendrías la culpa?

An dijo...

Juli:
Tu post me partió el alma.
Algo aprendí en la vida y es que no hay culpas sino responsabilidades.
No te eches la culpa por todo ni creas que no tenés parte en nada.
Me parece que lo mejor es poder estar seguros de que elegimos lo mejor que podíamos en cada decisión: es la única forma de no torurarnos con reproches.
Con respecto al perdón, no sé si soy la más indicada para hablar de eso.
Soy fundamentalista y no me van los engaños, pero ... así estoy: sola.
Arriba ese ánimo! La calma llegará y volverás a acomodar las piezas del rompecabezas como realemte querés.
Te quiero mucho!
An

MaGa dijo...

Suena complicado, muy.
En esas te pensé laburando en un lugar donde nadie te conociera, donde no fueras ni la esposa ni la madre y me latió.
Obvio, es mi cabeza que proyecta en el otro, etc.
Arriba, como decía la Santa Teresa: "Todo se pasa" y algo la mina sabía.