lunes, 8 de junio de 2009

el tiempo no rinde

Para nada. Juro que no sé qué hice (bueno, sí, me encargué de buscar precio para los pasajes y de comprarlos y de ver hoteles) pero el día se esfumó. Son las cinco menos veinte y ya no doy más. Acabo de mandar a los tres al parque con Jose, Camilo no sé cuánto va a aguantar porque estaba llorando como marrano, TENGO que trabajar pero no fluye. Fui a Costco, me llevó mucho más de lo que hubiera querido (sobre todo por el cambio de método de facturación que complicó mucho las cosas), buscar a los chicos lleva mucho, caminé con Milo media hora, me bañé, comí con hijos, ayudé con tarea sobre octopus y acá estoy. Sin haber empezado lo laboral aún. Un desastre. Y mañana no viene mucho más tranquilo. Y así, con sol, entre cosa y cosa, se te va la vida.

Ayer largas horas de club, un poco de ejercicio, después nada, estar bajo la sombrilla, volver a casa, cocinar unos ñoquis (De Cecco, no amasé), los chicos se fueron a casa de amigas, suegra que se fue, buscamos chicos, vino Marian con Poty a tomar un té, los chicos imposibles para dormir, pobre, angustia. Marido también angustia para dormir y yo, no angustia pero se ve que sí adrenalina o algo porque insomnio. Igual, empecé el día super temprano, mega energizada.

Bueno, voy a ponerme a leer de una buena vez.

Así de activas las cosas.

No hay comentarios.: